An:Ángela Arboleda y Manuel Larrea Peralta al final de la boda civil. la re vista 23 ......................... Los ceremoniosos protocolos de un matrimonio tradicional quedaron aniquilados en las nupcias contraídas el 3 de noviembre del 2010 por Ángela Arboleda y Manuel Larrea Peralta. Ellos se casaron en el parque ubicado junto a la casa de los padres del novio, quien desde pequeño acostumbraba a celebrar su cumpleaños en esa misma locación, siempre con el apoyo de sus papás, Sofía Peralta y Venancio Larrea, y de su abuela Violeta. Ángela, directora del festival Un cerro de cuentos, señala: “Como Manolo es fanático de las fiestas populares de nuestra costa, él contrataba a una banda de pueblo y traía al vendedor de algodón de azúcar, helados Ideal de coco y naranjilla, espumilla y los instalaba en el parque para que todos disfrutemos como en fiesta de pueblo... Cada año el menú podía variar entre corviches, sándwiches de chancho, muchines…”. Tal tradición se mostró maximizada en el matrimonio de la pareja, en donde la mamá de Ángela, Idalia Jiménez, preparó la torta de bodas, “que obviamente no fue blanca... era lila con naranja, y había otros bocaditos tradicionales, por ejemplo unos de zapallo y otros de piña buenísimos”. El vals fue tocado por una banda de pueblo, hubo un desfile que terminó con la elección de la criolla bonita y el entretenimiento estuvo a cargo de un payaso, “uno de los más graciosos que he conocido en mi vida”. Bajo las sillas, algunos invitados tenían números para la tómbola, que entregaba premios como papel higiénico y calzoncillos. “No se bebió alcohol. Había jugos varios y mango curtido. ¡Hicimos de todo para alegrar a los invitados e invitadas!”, comenta Ángela. ¿Cuál fue el momento más especial? Cuando el tío de Manolo, Mariano Larrea, leyó el texto que suelen leer los jueces que casan en el Registro Civil, claro que con los respectivos arreglos y adaptaciones, por lo que se le quebró la voz de emoción. “Fue un día inolvidable”, concluye ella. (M.P.) pE La pareja (centro, de pie) escucha al tío de Manolo, Mariano Larrea, quien personificó a un juez del Registro Civil. “Todos los letreros que indicaban la ubicación de las cosas estaban llenos de faltas de ortografía... ¡Hicimos de todo para alegrar a los invitados e invitadas! Nos gusta recibir y acoger a los amigos y, sobre todo, que se rían y bailen hasta que les duelan los abdominales. ” Ángela Arboleda E N OV I A S ESPECIAL de revista 23 ALEGRE BODA EN EL PARQUE
Expertos en Bodas - La Revista
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