El legado del Sari
Luis Fernando Saritama acaba de abrir su escuela infantil de fútbol, proyecto que ahora comparte con otros dos grandes propósitos: disputar con alto nivel el torneo ecuatoriano y jugar el Mundial Brasil 2014.
Este año está marcado por la pasión global que despierta la Copa del Mundo Brasil 2014, la cual se vuelve más intensa en los jugadores ecuatorianos que, como el lojano Luis Fernando Saritama Padilla, están en la usual lista de convocados por el técnico Reinaldo Rueda.
“El propósito de todo futbolista es jugar una copa del mundo; confiamos en que este será un gran año para Ecuador porque nos estamos preparando para eso”, comenta este volante del medio campo tricolor, quien jugó por nuestro país en el torneo de Alemania 2006.
La nostalgia por los logros conseguidos se vuelve más intensa cuando rememora los inicios que desde pequeño tuvo que enfrentar para cumplir sus objetivos.
Sueños de niño
A la corta edad de 13 años, Saritama abandonó su añorado barrio Época, en Loja, para mudarse con una tía a Quito e intentar sus primeros pasos como aspirante a futbolista.
“Yo vine para conocer, para ver qué pasaba, al principio nunca pensé que me quedaría”, confiesa el actual jugador de la Liga de Quito.
Aquel era el camino lógico para ese pequeño que ya había ganado torneos locales en su provincia sureña y que en sus ratos libres solía acompañar a su padre (William Saritama) a los ensayos de la orquesta del Centro de Difusión Cultural de la Universidad Nacional de Loja, a la cual pertenecía su progenitor.
Pero en lugar de acercarse al arte musical, el cual está muy arraigado en su Loja querida, el pequeño Luis Fernando aprovechaba cualquier momento para patear la pelota que con animada inocencia llevaba a todos lados.
Ya en la capital, ese entusiasmo le permitió ingresar al club Deportivo Quito. Pero dos años después, lejos de sentirse enrumbado en la búsqueda de sus añoranzas, aquel adolescente de 15 años se hundió en la depresión por no estar cumpliendo con sus objetivos.
“No estaba jugando (porque no era considerado entre los jugadores principales), estaba lejos de mi familia, vivía solo (ya no residía con su tía), no me sentía bien, así que hice las maletas para regresarme a Loja”, recuerda el llamado Sari sobre esa decisión que lo haría cambiar el curso de su vida.
Así fue que llamó a su familia para comunicarles la noticia. “Ellos me apoyaban; dependía de mi decisión”, indica sobre ese momento en que, según recuerda, sencillamente se sentó en la sala de su casa, con las maletas llenas de su ropa y de sueños frustrados, para acumular las fuerzas que lo harían levantarse del sofá y dirigirse a la terminal de buses interprovinciales.
“Lo pensé mucho, ¿qué hacer?, ¿regresarme a Loja?, ¿quedarme en Quito?, pero finalmente decidí quedarme en la capital para seguir intentándolo (convertirse en futbolista profesional). Sabía que iba a ser difícil, pero ya había sacrificado muchas cosas”, recuerda sobre ese momento que considera decisivo en su vida, en el cual lo acompañó su buen amigo Luis Zúñiga, quien lo había apoyado desde su venida al Deportivo Quito.
Lo pensé mucho, ¿qué hacer?, ¿regresarme a Loja?, ¿quedarme en Quito?, pero finalmente decidí quedarme en la capital para seguir intentándolo (convertirse en futbolista profesional). Sabía que iba a ser difícil, pero ya había sacrificado muchas cosas”.
Luis Fernando Saritama
Justa retribución
Luis Fernando Saritama permaneció en la ciudad de Quito para dejar todo su coraje en la cancha. Pero también para cumplir como un joven estudiante que con los años terminó por estudiar Comercio Internacional en la universidad.
Pero su gran éxito siempre ha estado sobre el césped: quedó campeón con el equipo peruano Alianza Lima (2004) y por tres ocasiones en el Deportivo Quito (años 2008, 2009 y 2011), siendo considerado el gran capitán y número 10 de ese equipo capitalino que lo tiene como referente histórico de la trayectoria del club.
Ahora, este futbolista de 30 años considera que es el momento adecuado para retribuirle a la sociedad algo de los beneficios que él ha recibido en su carrera.
“El fútbol puede ayudar a mejorar la vida de los niños y jóvenes, y no solo de aquellos que desean dedicarse a esta profesión, sino como un deporte que los ayude a tener una vida sana y que los acompañe en cualquier carrera que decidan escoger”, comenta.
Así lo observó él desde adolescente, ya que en Quito llegó a vivir con la familia de un buen amigo del colegio que, tal como ocurre en varios adolescentes, comenzaba a presentar una inclinación hacia algunos vicios y hasta había reprobado el año escolar.
“Pero como éramos muy buenos amigos, él comenzó a acompañarme a los entrenamientos, al gimnasio, veía cómo hacía los deberes, cómo era una buena alimentación, así que llegó a abandonar los vicios y prefirió practicar el deporte y una vida sana. Hoy es un profesional destacado en la carrera que escogió”, indica el Sari, quien entre sus compañeros de equipo siempre ha sido considerado una persona humilde, disciplinada, trabajadora y con gran espíritu de compañerismo.
Luis Fernando ha mostrado liderazgo dentro de la cancha. Ahora quiere dirigir su influencia positiva para que impacte entre los niños a través de un proyecto que inauguró el lunes anterior.
“La escuela Life Football Sport (LFS, siglas que coinciden con su nombre) es un sueño de muchos años para intentar retribuir algo de todo lo que el fútbol me ha dado y dárselo a los niños”, indica Luis Fernando sobre ese naciente centro deportivo que apunta a preparar a los pequeños en tres aspectos básicos: desarrollo deportivo, psicología y nutrición-medicina.
La escuela (Life Football Sport) es un sueño de muchos años, es para intentar retribuir algo de todo lo que el fútbol me ha dado y dárselo a los niños”.
Luis Fernando Saritama
Actitud perseverante
Este futbolista considera que con este instituto de alto rendimiento podrá ayudar al desarrollo de muchos niños entre 5 y 14 años, que son las edades en que el joven necesita apoyo y direccionamiento en su actividad lúdica relacionada con el deporte.
Así podrán llegar en mejores condiciones cuando intenten acceder a un equipo profesional.
“He visto que en otros países (ha jugado en México y Perú) se les brinda ese tipo de apoyo a los niños”, explica este deportista, quien no tiene la intención de convertirse en representante de jugadores o de negociar con sus pases.
Los niños de escasos recursos también serán recibidos, ya que cada equipo contará con cinco pequeños becados para que puedan afianzar su formación.
“El deporte tiene la capacidad de cambiar vidas, de mejorarlas”, y para ello cuenta con una docena de profesionales liderados por Gonzalo Alcócer, director deportivo, quien ha laborado en equipos como el Deportivo Quito y El Nacional, en donde ha ayudado a generar talentos como Frickson Erazo, Álex Colón y el mismo Saritama, según indica este jugador.
Luis Fernando confía en que de esta manera ayudará a que más niños lleguen a superarse en el deporte, a cumplir sus sueños de vida, para lo cual necesitan tener una autoestima fortalecida.
“En mi profesión me han invitado a darles charlas a niños en las categorías inferiores, y siempre trato de decirles que cuiden su alimentación, que tengan una vida saludable, que sean perseverantes en lo que quieren, que trabajen en equipo, que sean constantes, que se esfuercen todos los días para cultivar la disciplina deportiva, ya que con eso pueden lograr cualquier cosa que deseen en la vida”. Y entre esos sueños puede estar la ilusión de estar seleccionado para jugar un Mundial de fútbol representando a nuestro país.
Él tiene toda la autoridad para transmitir ese mensaje, ya que fue lo que le ocurrió a él como recompensa por haber perseverado con fe cuando a los 15 años de edad, sentado junto a sus maletas listas para regresar a Loja, pensó que estaba a punto de fracasar.
Contacto de la escuela Life Football Sport: Calle Los Naranjos N-44-35 y calle De las Azucenas, detrás de Gamatv, complejo deportivo Fútbol City, teléfono: (02) 382-3833.