Códigos a mariscos
Soy chef y lo que sirvo en mi restaurante son platos preparados en base a ‘frutos del mar’. Un amigo me comentó que en otros países se están implementando códigos de barras a los mariscos. ¿Cuál es la intención?
Mario Illezcas
Lo que le ha dicho su amigo es cierto. En octubre pasado, la Administración de Alimentos y Medicinas de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó el llamado código de barras de ADN como una herramienta rápida, eficaz y costeable para identificar alimentos orgánicos. Lo que buscan es que restaurantes de todo el mundo comiencen a emplear nuevos códigos de barras que identifiquen el ADN de mariscos, para garantizarle a los clientes que recibirán el exactamente el pescado o el caviar que pidieron y no sustitutos inferiores, dijo David Schindel, experto en identificación genética.
Schindel, un paleontólogo del Instituto Smithsoniano y secretario ejecutivo del Consortium for the Barcode of Life (Consorcio para el Código de Barras de la Vida, con sede en Washington), dijo que ha iniciado contactos con restaurantes y abastecedores de mariscos sobre la utilización de la tecnología para certificar la autenticidad de los alimentos. “Cuando ellos venden algo caro, quieren que el consumidor sepa que está recibiendo aquello por lo que pagó”, comentó. “Vamos a comenzar a ver un movimiento autorregulatorio adoptando el código de barras como marca de calidad”, destacó.
Aunque no sería económicamente viable examinar genéticamente cada pescado, sería posible examinar la muestra de varios pescados de una captura, explicó.
Schindel es el organizador de la Conferencia Internacional del Código de Barras de la Vida, que se realizó la semana pasada en Adelaida, Australia. La cuarta edición de la conferencia bienal reúne a 450 expertos para analizar nuevas aplicaciones para la ciencia.
Schindel encabeza un consorcio de casi 50 naciones que supervisan la compilación de una biblioteca de referencia global de las 1,8 millones de especies conocidas. La base de datos del Código de Barras de la Vida incluye hasta ahora más de 167.000 especies.
La sustitución de especies es un problema amplio en la industria del marisco, donde es común que se vendan pescados baratos como si fueran variedades caras, finalizó el experto. Fuente: AP