El subwoofer en casa
Las grandes imágenes no son ya un problema para el cine en casa desde que existen los televisores planos y los proyectores, pero los éxitos del cine se disfrutan de verdad cuando el sonido también es el adecuado y los graves reverberan. Y para eso hace falta un subwoofer o altavoz para frecuencias graves.
“También al escuchar música los subwoofers pueden aumentar de forma considerable el disfrute según del género musical del que se trate y dar al volumen un fundamento que lo mejora mucho”, afirma Carsten Rampacher, del servicio on-line Área DVD.
Básicamente se distingue entre subwoofers activos y pasivos. Los modelos activos llevan un amplificador integrado y se han extendido en el uso privado. Se pueden combinar con un par de altavoces estéreo o con un equipo completo de cine en casa.
Los altavoces graves son óptimos para la reproducción de sonido de baja frecuencia, entre 20 a unos 200 hercios. “Uno o dos subwoofers pueden mejorar mucho una película o la música, si están bien calibrados y si se los adapta a las condiciones acústicas y la combinación con los altavoces normales”, afirma Rampacher.
En el caso de las películas, el subwoofer es una necesidad. Al fin y al cabo, los formatos de sonido Dolby Digital y DTS tienen un canal específico para la reproducción de efectos de bajas frecuencias.
Por eso, se recomienda a quienes tengan un cine en casa usar un subwoofer activo de alto rendimiento para reproducir ese canal. Cuando se compra un paquete de altavoces, normalmente siempre hay un subwoofer.
Si se compra uno por separado, es importante elegir uno con una carcasa que pese y sea resistente, para evitar vibraciones del propio aparato o bien también comprar los llamados spikes o soportes antivibraciones, que desacoplan el aparato del suelo.
El experto recomienda además un chasis de graves de al menos 25 centímetros de diámetro. y un elevado número de vatios, de allí que es importante que tengan controles de fase y frecuencia que no den saltos. “Una baja frecuencia de transición permite una mayor flexibilidad si se trabaja con dos subwoofers. Gracias a la sencilla integración espacial, la forma en que se esparcen los impulsos y la propagación homogénea de los graves, dos subwoofers son ideales”.
Un elemento clave para que un subwoofer suene bien es su ubicación en la habitación. No hay que ponerlo en las esquinas (producen zumbidos). Su mejor ubicación es en medio de los dos altavoces laterales. Y pruébelos en diferentes posiciones en el suelo, y allí donde los graves suenen más potentes, es el sitio indicado.
El cine en casa suena mejor cuando se ha optimizado el espacio de la sala de estar. “Cuanto más superficies duras se vean abiertamente, como piedra, cemento, parquet o cristal, más retumbará el sonido”, señala otro especialista.
Se pueden hacer pruebas sencillamente aplaudiendo. Los muebles acolchados, alfombras, cortinas o las bibliotecas abiertas y llenas ayudan a absorber el sonido al menos en algunas frecuencias. (I)