Relojes inteligentes: ¿moda?
Hace unos meses, los expertos aún auguraban un año maravilloso a estas minicomputadoras de muñeca, pero las cifras de ventas del tercer trimestre de 2016 no suscriben esta profecía. Según la empresa de análisis de mercado IDC, de julio a septiembre las ventas alcanzaron los 2,7 millones de relojes inteligentes, frente a los 5,6 millones del mismo periodo de 2015, es decir, un retroceso de un 51,6 por ciento. Habrá que ver las cifras en días navideños.
“Su tiempo aún no ha llegado”, había titulado en un informe ya en octubre de 2015 la revista de Stiftung Warentest, la asociación de protección al consumidor alemana. Uno de los motivos en aquel análisis era la fuerte dependencia de muchos de los relojes de un smartphone, así como la poca duración de la batería y el uso bastante poco intuitivo.
La experta Lisa Brack, de la revista Chip, cree que esto se debe sobre todo a la falta de funciones clave. “Solamente en pocos casos se puede dejar el smartphone en casa, por ejemplo para correr, si el smartwatch cuenta con un sensor GPS. O para nadar, siempre que sea no solamente resistente al agua, sino sumergible”. En general se trata de dos funciones que suelen llevar ya todos los relojes de este tipo, a las que algunos añaden un barómetro y un altímetro.
En opinión de Brack, el smartwatch es adecuado sobre todo para “los enamorados de la tecnología, sobre todo si quieren estar todo el tiempo al tanto de lo que llega a su celular. Y por supuesto también para deportistas”.
Estos dispositivos también son adecuados para las redes sociales. Estos relojes se dividen básicamente en dos grupos: “Los que tienen tarjeta SIM propia y los que no”, dice Markus Mizgalski, de la revista PC-Welt. Los modelos con SIM son independientes y un sustituto del smartphone en la muñeca. Sin una tarjeta hay que establecer una conexión bluetooth con el teléfono, lo que limita mucho la flexibilidad. Los relojes con tarjeta SIM propia son, entre otros, los modelos Samsung Gear S, LG Watch Urbane, Enox WSP88 y Omate True Smart. Mizgalski añade que se trata en principio de dispositivos Android adaptados a un formato para la muñeca.
Todos tienen como sistema operativo Android Wear, al igual que los de gama alta sin SIM como el Motorola Moto 360 o el Sony Smartwatch 3. Relojes populares como Pebble permiten la instalación de muchas aplicaciones.
Apple cuenta con tres modelos diferentes en su oferta. El más nuevo, Apple Watch Series 2, lleva GPS, una pantalla más brillante y carcasa sumergible. Para poder utilizar todas las posibilidades del reloj es necesario, sin embargo, acoplarlo a un iPhone. Para hablar por teléfono no es necesario ningún accesorio extra, ya que lleva micrófono y altavoz.
El tema de la batería, que era al principio muy problemático, ha ido mejorando. “La batería de los Apple Watch Series 2 dura el doble que antes”, señala Lisa Brack.
Markus Mizgalski recomienda analizar muy bien para qué quiere uno un smartwatch antes de comprarlo, sobre todo si se lo da como regalo. (I)