Capitán Phillips
Dos mundos. Dos realidades. Dos visiones ante la fuerza y el poder que chocan inevitablemente en alta mar. Eso es Capitán Phillips, más que una película basada en una historia real, un thriller que parte de lo cotidiano de dos sociedades y llega a lo más íntimo de la psicología de un veterano capitán de barco y un pirata somalí.
De esa historia real parte el director Paul Greengrass, pero le imprime –de a poco– la intensidad de un suspenso que llega a despertar angustia, impotencia y desesperación en el espectador. Lo logra con situaciones generadas por errores humanos, propios de la inexperiencia de un capitán, que enfrenta fallidamente con agua a cuatro piratas armados, y de una banda violenta, que es presa de su ambición y de sus jefes.
La habilidad del director, al mostrar planos abiertos con la inmensidad y la soledad del océano, y luego cerrarlos a un bote salvavidas, donde se transpira sudor y sufrimiento, hace que la incertidumbre se mantenga durante el filme.