El nuevo robot galáctico
En la nueva entrega de La guerra de las galaxias la mirada apunta a BB-8, el nuevo personaje que ha cautivado en El despertar de la Fuerza.
“Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana”, es posible que sea la línea más famosa en la historia de la cinematografía. Y, sin importar la edad ni las preferencias en el género de cine, La guerra de las galaxias (Star Wars) logró calar hondo en el imaginario popular y convertirse en una saga entrañable que hoy está dispuesta a volver a hacer historia en el séptimo arte.
El despertar de la Fuerza (The Force Awakens) es el nombre de la séptima entrega de la saga creada por George Lucas. Desde su debut en 1977, la nueva historia promete renovarse con la dirección de J.J. Abrams y la incursión en los roles protagónicos de rostros completamente nuevos y otros no tanto.
Sin duda, los personajes que más cautivaron a millones fueron los robots R2D2 o C-3PO, pero en la más reciente entrega la mirada está dirigida a BB-8. ¿Cómo nació? ¿Cómo se acercaron a la magia del diseño robótico de Star Wars y crearon algo creativo? El simpático androide fue diseñado por Neal Scanlan, quien también estuvo a cargo de los efectos especiales de La brújula dorada (2007), Prometeo (2012), y todo el equipo creativo de Lucasfilm.
Los inicios
Cuando fue el momento de crear un nuevo robot astromecánico para la primera película de la nueva trilogía de Star Wars, el director J.J. Abrams empezó como lo haría cualquiera: con un boceto en una servilleta. Es un inicio adecuado si se toma en consideración la cálida apariencia y sensación de haber sido hecho a mano de Star Wars: El despertar de la Fuerza.
El boceto era básico (dos círculos, uno encima del otro, con un pequeño círculo como ojo), pero ahí estaba el concepto esencial. Además, era lo suficientemente poderoso como para que Christian Alzmann, diseñador conceptual de Lucasfilm, se pusiera a trabajar en ello. “J.J. quería algo que rodara sobre una esfera, por lo que probé muchos diseños distintos para desarrollar esa idea”, dice Alzmann.
“Es mejor que los actores tengan algo para interactuar en lugar de tener un espacio vacío frente a ellos”, dijo Abrams durante la presentación del robot en la Star Wars Celebration 2015. “Ciertamente, el bosquejo original tenía formas redondas y agradables, por lo que uno podía deducir que no iba a ser un personaje muy serio ni enojón. Al final, BB-8 se desarrolló como resultado de un proceso de ir y venir con J.J. en el que él daba sus comentarios en cada paso del diseño”, resaltó Alzmann.
Para los fans que se refirieron a BB-8 inicialmente como el droide “pelota de fútbol”, en cierta forma tuvieron razón. “Vi muchas pelotas de fútbol”, dice Alzmann riendo. “Cuando te encuentras en un proyecto como este, empiezas a buscar inspiración en todo lo que sea esférico”.
Cuando Alzmann consolidó el diseño básico de BB-8, se tomó la decisión de tratar de crearlo como un efecto especial físico. En este punto, el diseñador conceptual Jake Lunt Davies del taller de criaturas desarrolló aún más a BB-8 a través de muchas variaciones de la cabeza y el cuerpo, con la colocación sutil de características que realmente mostraban una personalidad. El diseño final (un cuerpo esférico giratorio con una cabeza en forma de domo casi sostenida en el aire) simplemente se ve muy adecuado a Star Wars: creativo, pero también funcional. Además, como el objetivo era que BB-8 fuera físico, el efecto tendría que funcionar de alguna manera.
“BB-8 puede inclinar su cabeza y apartar la mirada, puede tener una reacción de sorpresa, puede mostrar miedo, verse enojado”, dice Brian Herring, uno de los titiriteros literalmente detrás del robot. “Logramos encontrar todo un nuevo vocabulario de movimiento para él, por así decirlo. Conseguimos resolver muchas cosas. ¿Qué es lo que él haría si alguien lo apagaba? ¿Qué pasaba con su cabeza si se le apagaba? ¿Podría bajar o subir escalones? Finalmente, todo estaba listo para la audición de BB-8”.
Ahora el desafío era llevarlo a la pantalla. Aunque BB-8 era una pieza de utilería, eso no siempre fue definitivo.
El equipo de Scanlan tuvo que descubrir si podían hacerlo, además de convencer a Abrams de que se iba a ver bien. Sin embargo, en esta fase temprana todavía no habían encontrado cómo resolverlo todo. “Vimos detalladamente lo que uno consideraría la tecnología existente y decidimos que no estaba lo suficientemente avanzada como para usarla en un droide o un robot que pudiéramos usar en el mundo de las películas. Por lo menos, no todavía… Así que la idea de tener versiones de BB-8, que sabíamos que podría tener aspectos que se podrían eliminar digitalmente, realmente dio cabida a una esfera de posibilidades mucho más grande”, dijo Scanlan.
“Abrams no vio la versión final del BB-8 hasta cerca de una semana antes de que empezáramos a filmar. Nunca nos presionó. Recuerdo que el día que se lo mostramos su respuesta inicial realmente me impresionó, porque se volteó con Kathleen Kennedy (presidenta de Lucasfilm) y le dijo, ‘qué alivio’. Pude ver que se le quitaba de encima el peso del mundo. En ese momento fue cuando se tomó la decisión de que podíamos hacerlo físico, que no tendría que ser digital. Hasta ese momento todos pensaban que, a menos que pudiéramos hacer algo que realmente fuera creíble se podría usar y dirigir, la única otra opción era hacerlo digital. Todos empezaron a relacionarse con BB-8 como un pequeño personaje, y no como un efecto especial físico. Empezaron a verlo mucho más como eso y nosotros lo desarrollamos así. El uso de BB-8 se construyó a partir de esa primera impresión que le dimos a J.J. y a Kathy”, recuerda Scanlan.
“En la película ocurre mucho más y hay tanto que van a poder ver de BB-8. Me emociona que puedan ver el recorrido de este personaje en la película”, dijo Dave Chapman, otro de los titireteros del robot.
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