La eterna Ingrid Bergman

Seguramente la recuerde por el filme Casablanca (1942). La actriz sueca se inmortalizó a través de sus filmes y de su personalidad.

Ella murió el mismo día que nació. Ocurrió a sus 67 años y, como su cumpleaños, también celebró su partida. En 2015 (cuando cumpliría 100 años), el Festival de Cannes quiso continuar ese festejo en su honor y escogió a Ingrid Bergman como su ícono de su 68ª edición.

La imagen, con el fondo blanco y basada en una fotografía de David Seymour, cofundador de la agencia Magnum, muestra el rostro de Bergman en blanco y negro, y evidencia, según Cannes, la belleza de la intérprete, quien fue la presidenta del jurado de la edición del año 1973.

“Creo que ella eligió morir el mismo día que había nacido; hay una especie de simetría en ello, es algo que le gustaba. Y es apropiado, fue como cerrar el círculo de su vida”, dijo Pia Lindström, la hija mayor de Ingrid con Petter Lindström. Luego de Pía nacieron Roberto, Ingrid e Isabella Rossellini, fruto de su relación con Roberto Rossellini).

“A mi familia y a mí nos emociona mucho que el festival haya elegido a nuestra maravillosa madre para figurar en el cartel oficial el año del centenario de su nacimiento”, señaló en un comunicado su hija, la también actriz Isabella Rossellini. Su único hijo varón, Roberto, la ha definido como una mujer libre, independiente, valiente y muy moderna. “Rendirle homenaje a ella es rendírselo a todas las mujeres”.

El homenaje a la actriz incluyó la proyección del documental Ingrid Bergman, in Her Own Words, firmado por el escritor y crítico de cine sueco Stig Björkman.

Según su director, el documental tiene como objetivo ser “un retrato rico y multicolor de este extraordinario ser humano”. Björkman ha podido acceder a documentos inéditos: diarios, cartas, notas, fotografías, películas (las cuales presenta en el filme), en los que intervienen los cuatro hijos de Bergman, para tratar de ofrecer un retrato lo más completo de su madre.

Entre los documentos figura el diario que comenzó la actriz de Casablanca en 1929, con 14 años. “Voy a conservar este diario y ocultarlo para siempre. Tengo catorce años, dos meses y tres días. Nací el 29 de agosto de 1915. Mis padres fueron Friedel Adler y Justus Bergman. Fui bautizada como Ingrid. Era espiritual, irritante, terca y salvaje”, inicia.

Años atrás, Isabella Rossellini también rindió homenaje a su madre con el libro Ingrid Bergman, una vida en imágenes, publicado por la editorial Schirmer/Mosel de Múnich.

“Mi madre era la chica de al lado”, contó Isabella cuando presentó su publicación en 2013. “Por eso se desató el escándalo cuando se embarazó de mi padre, Roberto Rossellini. La ‘chica de al lado’ no se queda embarazada”.

Estas declaraciones de Isabella recuerdan el escándalo que desató la relación que inició Ingrid con Roberto, mientras ambos aún estaban casados.

Sobre el inicio de este acercamiento hay un hecho que se ha convertido en leyenda: tras ver el filme Roma, ciudad abierta, la actriz le envió, en 1948, una carta al realizador italiano. “He visto sus filmes Roma, ciudad abierta y Paisà y me han encantado. Si necesita a una actriz sueca que habla muy bien inglés, que no ha olvidado el alemán, que no es muy entendible en francés y que en italiano solo sabe decir ‘ti amo’, estoy lista para ir y hacer una película con usted”.

Stromboli, Europa 51 y Te querré siempre fueron los tres trabajos más destacados de esa unión antes de que la actriz volviera a verse en Hollywood, primero con la película Anastasia (1956, quinta nominación y segundo Óscar) y después en persona, en 1959, para presentar el premio a la mejor película. “He pasado de santa a zorra y santa de nuevo, todo en una vida”, dijo la actriz con humor tras ser recibida con una ovación.

Cintas para recordarla

Para recordar a la actriz, la agencia Efe publicó una lista de doce de sus mejores películas:

1. Casablanca (1942). El encanto de esta historia de amor y la espectacular pareja que componía con el duro Humphrey Bogart hicieron de este filme una de las piezas angulares del cine. “Siempre nos quedará París” se convirtió en una frase mítica.

2. Intermezzo (1939). Fue su primer trabajo en Hollywood después de que el productor David O. Selznick la descubriera. Conquistó al pública con su interpretación y naturalidad.

3. For Whom the Bell Tolls (1943). Su primera nominación al Óscar. Basada en una obra de Ernest Hemingway, y en la que daba vida a una española en medio de la Guerra Civil enamorada de Gary Cooper.

4. Gaslight (1944). Ganó su primer Óscar, por su brillante interpretación de una mujer dominada y manipulada por su perverso marido (Charles Boyer).

5. Spellbound (1945). Su primera colaboración con Alfred Hitchcoc. Se emparejó con Gregory Peck en un thriller psicológico de altura lleno de incógnitas y sorpresas.

6. Notorious (1946). Un beso de dos minutos y medio cuando lo habitual eran apenas unos segundos supuso casi un escándalo en Hollywood.

7. Joan of Arc (1948). Fue nominada al Óscar, pero se considera el comienzo de una época de declive para la actriz.

8. Stromboli (1950). Primera colaboración con Roberto Rossellini. Se recordará por ser el filme que unió a una de las parejas más cinematográficas de la historia.

9. Viaggio in Italia (1954).

Menos neorrealista y menos clásica, fue una ruptura para el clasicismo habitual en los papeles de la actriz.

10. Anastasia (1956). Le dieron su segundo Óscar y se produjo la esperada reconciliación de la estrella con Hollywood.

11. Sonata de otoño (1978). La actriz supo plasmar la honestidad y sencillez que caracterizan el cine del realizador sueco (Ingmar Bergman).

12. A Woman Called Golda (1982). Ya había ganado su tercer Óscar por Murder on the Orient Express) y estaba enferma del cáncer que acabaría con su vida. La actriz dio su última lección, en televisión, con la historia de la primera ministra israelí, Golda Meir. Se llevó el Globo de Oro y el Emmy, después de fallecer. (I)

Fuentes: Efe, ABC, 20minutos.es