‘No hay una hoja de ruta para tener una familia’ dijo Meryl Streep
En 1980, Meryl Streep ya era aclamada como la mejor actriz viva en EE.UU. Tres décadas después, nadie ha conseguido disputarle ese trono y eso que es esposa y madre a tiempo completo.
A sus 62 años trabaja más que nunca y figura entre las divas más taquilleras de Hollywood. Con 17 nominaciones al Oscar y un sinnúmero de premios por su carrera, Meryl Streep (1949) tiene una trayectoria cinematográfica llena de éxitos, pero su premio más importante es su familia con la que comparte estos logros.
Todos sabemos lo importante que es para una mujer su carrera profesional. No importa si es abogada, doctora, peluquera, ama de casa. Lo importante para Meryl ha sido desarrollar su pasión, su punto fuerte, fuera de su papel en el cine. En variadas ocasiones Meryl ha manifestado: “No es bueno descuidar la parte de la vida que nos alimenta desde otro lado, el del afecto. Un equilibrio entre la familia y el trabajo es lo ideal”.
Está casada desde hace 34 años con Donald Gummer y tiene cuatro hijos. Cada año se permite crear, actuar y disfrutar, pero lo equilibra con su vida en familia de la que muy poco se sabe. Ella dijo una vez que el éxito de su larga y sólida relación es que puede compartir su hambre de creatividad con su marido, que es escultor. “Los dos hablamos el mismo idioma artístico, los dos compartimos y los dos nos ayudamos”.
El poder que le confiere ser la mejor actriz viva de la era moderna hace que Meryl diga con total libertad todo lo que piensa. Es feminista, una pacifista nata, aborrece las guerras y hace todo lo posible por concienciar a la gente sobre la necesidad de luchar contra el calentamiento global.
Una vez se refirió al estilo de vida como madre que llevaba en Hollywood. “Me volvía loca, tenía que lavarme el pelo todos los días para llevar a mis hijos a la escuela, era insoportable. Todo porque sabía que alguien podría cruzarse en mi camino y al día siguiente mi imagen despeinada en primera plana de periódicos y revistas, pero eso ya no es así”.
Vive con su familia en una granja en el condado de Westchester, en Nueva York, lejos de las fiestas, las luces, los escándalos y el glamur de Los Ángeles. “No somos gente muy del estilo Hollywood. A mí no me gusta la ciudad de Los Ángeles, está demasiado centrada en el negocio del entretenimiento”, manifestó.
La familia es todo
Rechaza todo tipo de cirugía y adora los cambios que el cuerpo experimenta con la edad. “Envejecer es parte de la existencia, la vida es algo precioso. Cuando pierdes a seres queridos, comprendes que cada día es un regalo y hay que disfrutar de él”. Y lo experimentó con la muerte de su primer marido, el actor John Cazale, quien falleció de un cáncer de huesos: “Me enteré de lo que realmente es importante. He descubierto lo que es verdad y lo que es estúpido y sin sentido y no merece la pena seguir. El éxito en la vida depende de tu optimismo. ¡Protege tu sentido del humor!”, dijo.
A su edad (en junio cumplirá 63), Meryl contradice la ley no escrita que relega a las actrices a un segundo plano pasados los 50. Su vida está marcada por la estabilidad. Es hija de una artista y un farmacéutico presbiterianos de Nueva Jersey, y su esposo es escultor.
Asegura estar enganchada a su familia y cuenta cuál es su secreto para el éxito matrimonial: “Buena voluntad, estar dispuesto a ceder y... mantener la boca cerrada de vez en cuando. No hay una hoja de ruta para tener una familia unida, siempre hay una enorme negociación”.
Streep tiene la suerte de estar casada con un artista como ella y por eso cree que es importante elegir bien a la persona con la que se va a poner en marcha un proyecto familiar: “Mi marido entiende la obligación de crear cosas. Con alguien que tuviera un trabajo fijo, creo que habría sido más difícil traducir los impulsos creadores y la necesidad de satisfacerlos... Creo que hay que tener a tu lado a alguien que sea como un socio que comparte lo que valoras en la vida”, destaca la actriz.
Apoyo a la familia y mujeres
En toda su carrera, sus películas han recaudado más de $ 3.200 millones. Y fue en sus inicios que ella dio a luz a su primer hijo, Henry. “Los hijos te ayudan a no aislarte del mundo y, sobre todo, a sentirte joven, vital, al menos. Mi padre tuvo su primer hijo, o sea yo, cuando tenía 40; mi madre tenía 34. Bastante tarde para su época. Y aún tuvieron dos hijos más. Mi padre llegó a los 93; mi madre, a los 86, así que tengo buenos antecedentes. Sabe, hay gente que está enganchada a la religión o tal o cual cosa. Yo no”.
Henry (33), Mamie (29), Grace (26) y Louisa (21), los hijos de Meryl, comparten momentos muy familiares con su madre. “Una de mis hijas me llama siempre, aunque cuando vivía en casa no movía un dedo para ayudar con las tareas del hogar. Ahora cocina para su novio con todo su amor. Es hermoso ver cómo, tras alimentar a tus hijos durante años, de pronto se enamoran y los ves entre fogones cocinando los platos que tú les hacías. Es muy dulce. Al fin y al cabo, cocinar es un acto de amor. El primer contacto de una mujer con sus hijos es el pecho, y los sigues alimentando a lo largo de los años, demostrando tu afecto por ellos”, destaca Meryl.
“Mi familia, mis amigos, eso es lo importante. Esperas que tus hijos sean condescendientes, que vean que hiciste lo que considerabas mejor para ellos, aunque a veces no salieran bien las cosas. Que entiendan tu esfuerzo por hacer lo mejor para ellos. Recuerdo que con mis padres, al llegar a cierta edad, nuestra relación se hizo más profunda, sobre todo porque apreciaba mejor lo que habían hecho por mí”, resalta la actriz estadounidense.
No le afecta en absoluto los casi cuatro mil kilómetros que la separan de la meca del cine. Prefiere la vida sencilla, y aunque es la actriz con más nominaciones en la historia de la Academia, nunca se ha considerado una estrella, va de compras al supermercado como cualquier ama de casa, cocina para toda su familia y ella misma contesta el teléfono.
Y como feminista, su compromiso con las mujeres va más allá de entenderlas en sus películas. Streep es una de las que impulsaron la construcción del Museo Nacional de Historia de las Mujeres. Y para demostrar que no es simple pose donó el dinero que le pagaron por la cinta La dama de hierro (The Iron Lady), cuyo monto se desconoce, a este museo.
A diferencia de otras actrices más jóvenes y que ganan hasta $ 20 millones por cada proyecto, ella cobra máximo $ 8 millones por una actuación.
Y si esto fuera poco, nuevamente hará el rol que más le gusta a Meryl Streep. Ella será la mamá de Julia Roberts en August: Osage County (2013), el filme basado en la obra de teatro ganadora de un Pulitzer y un Tony, escrita por Tracy Letts. La cinta cuenta la historia de una madre y una hija que se separan por años hasta que una tragedia familiar las reúne. El director será John Wells (Shameless). (A.C.J.)
Fuentes: independent.co.uk y agencias
¿Cuál es el verdadero éxito de Meryl? Coméntenos