Rivalidad tenística

La final de Wimbledon de 1980 tuvo a dos leyendas del tenis enfrentados en un partido en el que dejarían todo. Borg McEnroe es puro tenis.

El juego apasiona. Cualquiera que sea la disciplina, esta lleva a los deportistas y espectadores a estados primarios de ser humanos. De allí que se han hecho un montón de películas sobre algún deporte en las que el resultado suele ser también muy emocionante.

Es el cineasta danés Janus Metz quien revive a dos glorias del tenis mundial John McEnroe y Björn Borg, cuando se enfrentaron en uno de los partidos más emocionantes de la historia del tenis.

El filme ha sido titulado con los apellidos de ambas leyendas y narra la historia de la rivalidad entre el sueco Björn Borg (protagonizado por el también sueco Sverrir Gudnason) y el estadounidense –nacido en Alemania– John McEnroe (encarnado por Shia LaBeouf), un enfrentamiento legendario de la historia del deporte que tuvo su culminación en la final de Wimbledon de 1980.

Ese sería el último de los cinco títulos consecutivos ganados en Londres por el gran ícono del tenis, el sueco Borg, y la primera final para su rival McEnroe. El filme es la historia de dos hombres que revolucionaron el mundo del tenis.

Uno representaba la técnica, la disciplina, el cálculo milimétrico. El otro, la visceralidad, la pasión, el talento innato, la rebeldía. En una época en la que los tenistas eran como estrellas del rock, aquella final de 1980 los enfrentó en un partido sufrido, épico y antológico que condensaba en cada uno de sus sets la esencia de la revolución contracultural.

Recordamos también a McEnroe cuando enfrentó a nuestro crédito Andrés Gómez, ambos zurdos, en un emocionante partido durante el US Open de 1987, cuando la victoria fue para el estadounidense (6-4 7-6 6-3).

Ahora bien, no es la primera vez que se hace una película sobre la relación entre estos dos gigantes del tenis. Es el caso del documental McEnroe/Borg: Fire & Ice (2011) de HBO. Además, McEnroe no ha estado lejos del ojo público, ya que ha participado en filmes de Adam Sandler.

La recreación ficcional dirigida por Metz recorre también las respectivas vidas y ambiciones –dentro y fuera de la cancha– de ambos tenistas. También tiene declaraciones de otros grandes del tenis mundial, como la frase de André Agassi, con la que empieza la película. “El tenis emplea el lenguaje de la vida. Ventaja, servicio, culpa, descanso, amor (cuando el juego está 30-0, el cero se pronuncia parecido a love). Cada partido es la vida en miniatura”.

Borg McEnroe es un biopic reflexiona sobre la cultura del deporte, el esfuerzo y la fama, desde una mirada íntima, humanizando al mito. Y, a través de flashbacks, el director se retrotrae a la infancia, a las raíces de los protagonistas antes de ser engullidos por el personaje. El sueco, de familia de clase media baja, demuestra sorprendentemente un carácter problemático por el que casi le obligan a dejar el tenis. El estadounidense, de familia acomodada y con unos padres terriblemente exigentes, dista mucho de ser un niño rebelde y se aleja completamente de la imagen irascible por la que más tarde se le conocería. Lo que sí tenían en común era la perfección.

Dos temperamentos opuestos: el de Borg, maestro del autocontrol; y el de McEnroe, héroe de las explosiones en mitad de los partidos. Se sabe que el público se identificó durante mucho tiempo con la personalidad educada y la fama de seductor de Borg, pero toleró poco las erupciones del estadounidense

Protagonistas

Janus Metz es conocido por dirigir el documental bélico Armadillo y del tercer episodio de la segunda temporada de True Detective. Para el filme tenístico usó escenarios rodados en Nueva York, Londres, Estocolmo y Mónaco. Después de entrar en contacto con Hollywood –por True Detective– Metz logró obtener la dirección de Borg McEnroe, en el que las escenas de juego están filmadas de manera tal que pareciera que se está viendo un encuentro de tenis a través de la TV y los gestos de los protagonistas están calcados de los que realizaron en la vida real.

La película es el regreso de Shia LeBeouf al cine, luego de sus apariciones en varios filmes como Paranoia, Transformers, Corazones de acero, Wall Street 2. Él da vida a un desquiciado, atrevido y rebelde McEnroe cuando se ganaba los abucheos del público por sus actitudes antideportivas.

Por el lado de Sverrir Gudnason es también una buena referencia del legendario tenista que, con 39 años, logra un personaje que tiene 15 años menos.

Como dato adicional, el joven Björn está personificado por su propio hijo (tercer matrimonio), Leo Borg, quien ya debutó en el tenis a los 14 años. (A. C. J.)

Fuentes: New York Times, curzonartificialeye.com e internet.