Un tren con sospechosos
Dirigida y protagonizada por Kenneth Branagh, la nueva versión de Asesinato en el Expreso de Oriente, reinventa la novela de Ágatha Christie.
Un terrible asesinato fue cometido en un tren, poco después de la medianoche. Y en el vagón solo hay trece personas que podrían haberlo hecho: a) la princesa rusa; b) la viuda estadounidense; c) la institutriz británica, o d) el conde húngaro. O quizá fue alguno de los nueve pasajeros restantes de diversas nacionalidades, algunos muy acaudalados o sus ayudantes, que viajan por Europa del Este mientras nieva y siempre acompañados, de manera muy inconveniente, por un detective belga que es extremadamente astuto.
Es probable que la historia le parezca familiar. Es la base de una de las novelas de detectives más famosas del mundo: Asesinato en el Expreso de Oriente, escrita en 1934 por Agatha Christie y que ha vendido millones de copias. Ya fue adaptada al cine en una versión de 1974 dirigida por Sidney Lumet (12 hombres en pugna, Poder que mata) y con un elenco repleto de estrellas (¡Lauren Bacall! ¡Sean Connery! ¡Ingrid Bergman!). También ha sido adaptada para la televisión, el teatro y la radio.
Así que Kenneth Branagh, el director y el protagonista (detective Hércules Poirot) de la nueva versión fílmica tenía que resolver cómo reinventar una de las mejores historias de detectives?
La solución de Branagh fue modificar y, en ocasiones, cambiar por completo los detalles de algunos personajes y la trama, algo que quizá no le encante a los puristas de Christie, pero que cumple con el cometido de otorgarle un aire moderno a la cinta.
“Siempre está el tema espinoso de quienes conocen la trama y cómo puedes confundirlos”, dijo Branagh. “Sabía que teníamos que mantener la atención de la gente con un personaje de Poirot recalibrado”, añadió en referencia al célebre detective belga creado por la escritora inglesa.
Para ese fin, Branagh y el guionista Michael Green empiezan la película con un enfrentamiento en el Muro de los Lamentos de Jerusalén en el que el detective resuelve otro misterio e interrumpe la escapada de un villano casi como James Bond, para establecer al protagonista como alguien más de acción que el héroe de la novela. “Quería acoger el sentimiento que tenía Christie por lo exótico y lo global, para iniciar en un cielo abierto y caluroso con un nuevo Poirot, nuestra introducción a una aventura exótica”, dijo Branagh.
Este Poirot también es mucho más serio que en las anteriores versiones fílmicas.
Branagh y Green, asimismo, cambiaron otros aspectos de la historia y los personajes. Ahora hay una escena de persecución (¿y quién se imaginaría que Poirot podía correr?), una avalancha dramática y un final con algunas alteraciones, más enfocado en el dilema moral del detective que en un desenlace tradicional.
Branagh dijo que le gustaba buscar diversidad al elegir un elenco y que, aunque podría parecer extraño que un hombre de raza negra como Odom Jr. esté viajando por el expreso del oriente en los años treinta, sí había ejemplos históricos del tipo de personaje interpretado por ese actor.
“Creo que con Christie, como con Shakespeare, hay una oportunidad de cambiar estas ideas”, dijo el director, quien también ha adaptado para el cine varias obras del dramaturgo inglés.
Puede que un misterio de Agatha Christie no sea el proyecto más obvio para Branagh, un actor y director shakespeareano que acaba de reunir a su propia compañía teatral en Londres, pero también ha dirigido películas de gran presupuesto como Thor y Cenicienta. Pero Branagh tiene un gusto por el género de ficción detectivesca.
“Mi madre leía mucho las ficciones de detectives y me compró Asesinato en el expreso de oriente durante mi adolescencia”, dijo Branagh. Lo cautivó “el resplandor de todos estos personajes” y la manera tan teatral y confianzuda de Christie para contar una historia, al igual que Poirot. Por lo que no pudo resistirse cuando el productor Ridley Scott le ofreció el proyecto. (NYT)
Mi madre leía mucho las ficciones de detectives y me compró el libro durante mi adolescencia Me cautivó el resplandor de los personajes y el tono teatral de Christie para contar la historia”.
Kenneth Branagh