Conectividad: El regalo más deseado
Una nueva preocupación surge en las escuelas con la llegada de la Navidad. Empiezan a enviar circulares a los padres exponiendo la problemática a la que nos enfrentamos todos hoy. Seguramente ya habrán dado charlas sobre estos temas en el salón de clase. Ojalá. Se trata de lo que los niños han pedido de regalo. Las muñecas y los carritos pasaron a un segundo plano. Eso ya no está en la lista de prioridades.
Lo que ellos quieren es uno de esos dispositivos móviles, inteligentes e interactivos. Muchos padres, con tal de conseguir la dicha de nuestros amados hijos, caemos en la tentación y movemos cielo y tierra para complacerlos. No importa el precio ni los obstáculos. Papá Noel, el Niño Dios o los bondadosos padres cumpliremos ese sueño.
Sin ánimo de satanizar estas impresionantes herramientas de trabajo y consulta, es importante que los padres tengamos claro qué es lo que estamos entregando a nuestros hijos. No se trata de un videojuego clásico de limitadas posibilidades para el usuario. Por el contrario, se trata de un maravilloso invento que a través de sus aplicaciones cobra vida y evoluciona en nuestras manos.
La televisión inteligente se conecta con el celular o la tableta. El videojuego interactivo es una cancha en la que se suman jugadores remotos y compiten en un mismo terreno virtual. El celular es usado para todo menos para hablar como tradicionalmente se hacía. La tableta es la ventana a otras realidades, incluso a irrealidades. Y todos estos aparatos dan la posibilidad de conectar al usuario con sus redes sociales, aquel espacio en el que nos exponemos ante los otros supuestamente de forma virtual.
Pretender estar al pie del niño cada vez que encienda su regalo sería iluso. Pensar que ellos verán únicamente lo que uno quiere que vean, también es falso. Las ventanitas promocionales de contenidos triple equis aparecen al azar y mucho contenido no apto para menores puede ser encontrado hasta con las más inocentes palabras de búsqueda. Los perfiles falsos en las redes encuentran la manera de llegar a sus presas a través de mensajes y contenidos que saben que van a gustar.
¿Qué hacer entonces con esos nuevos juguetes que estamos dando a nuestros hijos? ¿Cómo ponemos límites a su capacidad de navegación? Existen varios tutoriales en YouTube que enseñan a bloquear contenido de internet en las computadoras. También hay herramientas de control parental para celulares, iPods, iPads y tabletas. Todo esto se encuentra en internet para que uno mismo lo haga. Es cuestión de guglearlo.
Quizás lo indicado sería no solo buscar un papel de regalo bonito, sino preparar estos aparatos para que sean lo más seguros posible. El manual de instrucciones viene en la cajita, pero adjuntarles un manual de usuario y reglas de uso del regalo no estaría de más. Eso debería correr por nuestra cuenta, así como el compromiso silencioso de guiarlos para que hagan uso constructivo de este y cualquier otro invento que se nos presente en el futuro. Regalarles nuevas posibilidades es bueno si los ayudamos también a desarrollar la conciencia.
Twitter: @conniehunterdg