Mentiras en las Redes
Lorena es una joven mexicana. Cuando tenía 15 años quiso convertirse en un personaje ficticio en Facebook. Aunque mantuvo su foto de perfil y nombre, puso como país de origen Argentina. Conocía mucho de ese país gracias a las telenovelas y los noticieros que veía casi a diario en Telefe, al punto que se conocía nombres de calles y hasta de centros comerciales de Buenos Aires. Tal como si viviera allí.
Como era de esperarse, hizo muchos amigos argentinos y hablaba con frecuencia con ellos por el messenger. Había uno con el que especialmente hablaba más. Era de su misma edad y por sobre todo “guapísimo”. Por lo menos eso se veía en su foto de perfil y en las que publicaba en su muro.
Un día entre semana, recuerda Lorena, el chico la invitó a encontrarse en un centro comercial de Buenos Aires. Ella aceptó, no sin antes confirmar con él el bus que la llevaría hasta el sitio. Llegó la hora y Lorena no fue. México estaba a miles de kilómetros de ese centro comercial. Por la noche sintió pena con su amigo virtual y pensó que él se iba a molestar por haberlo dejado plantado. Le iba a escribir pero no lo hizo. No sabía cómo excusarse y temía que él descubriera que ella le había mentido.
Al día siguiente, como era habitual, Lorena encendió la televisión para ver su telenovela favorita. Pero antes estaban dando las noticias. En eso, para su sorpresa, en el noticiero anunciaron la captura de un secuestrador que, con perfil falso, conquistaba a sus víctimas por Facebook. Primero se hacía amigo y luego de varias semanas de conversaciones las invitaba a encontrarse en un lugar y ahí las secuestraba y violaba. El caso había sido ya reportado por otras víctimas y las autoridades estaban a la caza del hombre.
Cuando Lorena vio en la pantalla de televisión la misma foto de perfil de su amigo guapo y las conversaciones que él había tenido con ella y con muchas otras chicas, se puso muy nerviosa. El personaje capturado que mostraron en las noticias era mucho mayor y no era nada guapo. Su perfil lo había falseado bien, tomando fotos muy naturales del muro de otra persona.
El día anterior él había quedado en encontrarse con dos chicas. Una sí llegó al lugar y fue salvada por la policía, pero Lorena afortunadamente no llegó. Días más tarde la policía trató de contactar a Lorena por el mismo chat del secuestrador pero ella lo bloqueó. Estaba realmente aterrorizada. De los casi 5.000 amigos virtuales, se quedó con 1.000 y desde entonces es mucho más cauta al aceptar a alguien.
Lorena quiso compartir con ustedes esta historia siete años después de que ocurriera. Según dice, jamás se lo había contado a nadie. Pero ahora cree que divulgándola puede ayudar, especialmente a los adolescentes, a que no crean que todo lo que ven en las redes es real. En ese tiempo ni siquiera ella lo fue. (O) chunterdg@gmail.com / Twitter: @conniehunterdg