Navegar hacia adentro: ¿Mensajes que despiertan?
“Los expertos dicen una cosa y los inexpertos hacen otra. Mientras tanto, el ego y el yo se seguirán manifestando. Que uno se duerma y el otro despierte. Es el tiempo”.
Si estás buscando lo mejor en esta vida, entonces ve a tu interior. Lo dice Prem Rawat, el maestro “embajador de la paz” nacido en India también conocido como Maharaji. Esta frase, compartida por muchos en las redes sociales, se vuelve más real cada vez que alguien publica un pensamiento que consigue de nosotros una autorrevisión.
A pesar de que verse a uno mismo a algunos les sabe mal, las librerías y los muros de Facebook se llenan de información que la han etiquetado con el nombre de “autoayuda” y que con el tiempo gana interés, aunque a veces sea consumida a escondidas.
Pero en las redes sociales no hay cómo ocultarlo. En Twitter, Deepak Chopra (@DeepakChopra) asciende a los dos millones de seguidores, dalai lama (@dalailama) llega a los nueve y Paulo Coelho (@PauloCoelho) supera esa cifra. Claro está que no es tanto como Katy Perry o Justin Bieber, que tienen más de 50 millones de tuiteros detrás de ellos. O como Barack Obama (@BarackObama) que está a punto de llegar a los cuarenta y tres millones.
Eckhart Tolle, autor del libro El poder del ahora y maestro espiritual de origen alemán, se hace presente en las redes con menos de medio millón de seguidores en Twitter. Sin llegar a la popularidad de Paulo Coelho, Tolle también reflexiona sobre el ego y otros aspectos. “Cuando te identificas con el ego, estás inconsciente, espiritualmente hablando. Al tomar conciencia del yo es cuando despiertas”. Y al parecer el yo va despertando en algunos que, desinhibidamente, exponen sus más profundas reflexiones en el mundo virtual. Pero ¿esperarán ser aplaudidos, adulados, apoyados? ¿Es cosa del ego o del yo? Sin duda, la lectura es ambigua y las razones muy diversas.
Un seguidor-amigo personal encontraba en ese compartir una especie de terapia para no sentirse solo en los momentos difíciles que estaba atravesando. Sus pensamientos publicados eran realmente un escudriñamiento hacia su interior. Y exponerlos significaba algo así como una confesión. ¿Cómo criticarlo entonces? Como dice Coelho: “Lo que la gente piensa de nosotros no es nuestro negocio”. El autor del bestseller El alquimista hace énfasis en el tema del ego con frases como “Me pregunto si un diploma es la nueva versión de un título de nobleza: status y nada más”.
Algunos especialistas en marketing y comunicación como Fernando Escudero recomiendan no publicar este tipo de contenidos. Escudero, quien escribe en el portal redessociales.about.com y posee mucha experiencia en el manejo de redes sociales de manera profesional, recomienda: Comparte los momentos interesantes de tu vida. No las frases que has leído o encontrado en internet y que suenan bien. Esto también es válido para todas esas fotos con texto “inspiracional”, las que no cambiarán la vida de nadie. Publica ese tipo de imágenes en otros sitios, como Pinterest. Aunque pensándolo bien tampoco las publiques ahí. No son interesantes en ningún sitio.
Como suele ocurrir, los expertos dicen una cosa y los inexpertos hacen otra. Mientras tanto, el ego y el yo se seguirán manifestando. Que uno se duerma y el otro despierte. Es el tiempo.