Michael J. Fox: De vuelta con un futuro
Michael J. Fox no se rinde ante el Parkinson y vuelve a la televisión en una nueva comedia en donde asume, con mucho sentido del humor, su enfermedad.
Para Michael J. Fox ya era momento de volver a trabajar. Luego de pasar varios años alejado de la luz pública, el actor de Volver al futuro decidió retomar su carrera en la nueva serie El show de Michael J. Fox.
Se trata de una producción semiautobiográfica en la que Michael J. Fox interpreta a un expresentador de noticias que se retiró de la televisión para estar con su familia luego de haber sido diagnosticado con Parkinson. Su presencia y vigilancia constante en el hogar empieza a volver loca a su familia que desea que vuelva al trabajo.
“Me estaba sintiendo mejor, la medicina estaba surtiendo efecto, así que me pregunté: ¿por qué no tomar esta oportunidad y hacerlo”, comentó. “Tus problemas no deben ser el fin de tu vida, pueden ser algo que te empuja en una nueva dirección, así que cuando pensé en actuar en este show me dije: ¿por qué no?, ¿por qué no puedo hacerlo?”.
Con él estarán Betsy Brandt, en el papel de Annie, su esposa; Conor Romero y Juliette Goglia Jack Gore como sus hijos Ian, Eve y Graham.
“Ha sido más trabajo de lo que pensé que sería, pero lo he manejado mejor de lo que pensé. Esto es lo que hago, lo que he hecho por años y lo que disfruto haciendo”, dijo el actor de 52 años.
El Parkinson es un elemento que se destaca en la serie, pero de una manera humorística “La comicidad se basa en la clase de cosas con las que lidio a diario, lo cierto de esta enfermedad es que a veces puede ser frustrante, pero también puede ser graciosa. Necesito verla de esa manera, así que siento que es como una reflexión de lo que sucede en mi vida”, afirmó Fox.
La idea del show nació luego de una reunión entre Michael y el productor de televisión Will Gluck. “Me dijeron: ¿Quieres conocer a Michael J. Fox? Él está pensando en volver a la televisión... así que nos sentamos, conversamos, nos entendimos muy bien y decidimos comenzar a trabajar en el proyecto”.
Luego se integraría al equipo Sam Laybourne, de Cougar Town. “Mucho del contenido de la serie vino de los libros publicados por Mike. Son muy honestos, pero también muy graciosos. Hay momentos muy conmovedores y otros muy cómicos”, explicó.
Una lucha por décadas
Michael Andrew Fox (la J no tiene relación alguna con su nombre real y solo la añadió cuando registró su nombre en el Sindicato de Actores) fue diagnosticado con Parkinson en 1991. Sus primeros síntomas aparecieron cuando filmaba Doc Hollywood: Michael notó un tic en el dedo meñique, sin embargo, hizo pública su enfermedad en 1998.
El actor se sometió a una talamotomía (procedimiento quirúrgico por el cual se extirpa una pequeña área del tálamo que controla los movimientos involuntarios), como parte de su tratamiento, y poco tiempo después abandonó su rol en Spin City para dedicarse a su familia y a recuperarse de la enfermedad.
En su primer libro, Lucky Man, Michael describe cómo luchó por años con su enfermedad y también contra el abuso del alcohol.
El actor asegura que de alguna forma el Parkinson lo impulsó a abandonar este vicio. “No tendría el aprecio que tengo por las cosas si no hubiera sufrido todas esas experiencias, fue una corrección del curso. Creo que no tendría la familia que tengo, la vida que tengo y un propósito si nada de esto hubiera pasado”, expresó.
Fox también ha destacado en varias ocasiones el apoyo incondicional de su esposa, Tracy Pollan, con quien se casó en 1988, en su batalla para superar los síntomas del Parkinson.
“Estoy seguro de que no estaría vivo ahora si no fuera por ella. La gente siempre la retrata como la triste esposa sufrida, pero nuestra relación no es así. Ella es tan graciosa y siempre me levanta el ánimo, además ¡es tan guapa! a veces la miro y pienso que no es real”. Tracy y Michael tienen cuatro hijos, incluidas las gemelas.
Parte de su lucha contra esta enfermedad se reflejó, además, en la creación de la Fundación Michael J. Fox, en el 2000, la cual está enfocada en la búsqueda de una cura para el Parkinson. “No creo que se encuentre la cura en el transcurso de mi vida, ese no es mi objetivo y sería muy egoísta de mi parte. Pero sé que algún día alguien la encontrará”, afirmó.