Drywall: Flexible, ligero y resistente

El sistema de construcción de paredes en seco, drywall, gana adeptos porque genera menos escombros, es de rápida instalación y se considera sismorresistente.

El terremoto del 16 de abril en Ecuador empujó a los ciudadanos a tomar mayor conciencia hacia el uso de métodos y materiales considerados sismorresistentes que existen actualmente en el entorno. Entre esos recursos está el drywall, menciona el arquitecto Joan Proaño, gerente general de la inmobiliaria Proaño Proaño.

Se refiere al sistema constructivo que emplea tableros de yeso y perfiles metálicos en la ejecución de tabiques, techos y paredes interiores en los proyectos de arquitectura. Es una alternativa a la construcción tradicional con ladrillo para las divisiones de ambientes interiores.

Justamente esa promotora, ubicada en Quito, acaba de implementar este método en uno de sus edificios, Foresta. “Es el primero de la constructora con ese sistema bajo una estructura mixta, pues las paredes exteriores son de bloque y las interiores, de drywall”, indica Proaño. “Dentro de la capital existen proyectos que ya iniciaron con esta iniciativa y estoy seguro de que muchas más edificaciones la utilizarán. Una de las recomendaciones principales en los estudios tras el sismo es cambiar el sistema constructivo de una mampostería de bloque a una mampostería más sismorresistente (como el drywall)”.

Pared en seco

El sistema drywall consiste en atornillar placas de yeso (como las gypsum) o de fibrocemento enmarcadas en una estructura liviana fabricada con perfiles de acero, la cual a su vez está fijada a un muro de concreto dentro de la edificación. En este proceso no se utiliza agua o cemento, de ahí el nombre drywall: pared en seco.

Las instalaciones eléctricas y sanitarias se empotran a la estructura metálica, las cuales se rellenan con lana de vidrio, material aislante térmico y acústico. De esa manera queda conformada la pared, la cual después se estuca y pinta. “Hay que destacar que deben colocar refuerzos metálicos en las zonas en donde vayan a colgar cosas pesadas”, dice la arquitecta Ivonne Ordóñez.

Las principales ventajas que ofrece este sistema, según Ordóñez, son: flexibilidad de diseño, permite una mayor creación de diseños tanto para el arquitecto como el residente; ligereza, la estructura pesa solo el 15% de la mampostería tradicional (es decir, el muro de bloque). Resistencia al impacto y al fuego, provee confort térmico (ya que el yeso regula el calor), menor espesor (permite un área más utilizable en un edificio o casa).

La instalación es rápida y el trabajo más limpio (menos escombros), reduciendo el plazo de entrega de la obra.

¿Cómo actúa ante un sismo?

“Ante un sismo, la pared de bloque provoca muchísima reacción y, como es muy rígida, inmediatamente se producen fisuras o desplomes; contrario al drywall, que no presenta daños mayores”, explica Proaño.

Agrega que en casos extremos de movimiento, el desmoronamiento de una pared de drywall no producirá los mismos efectos sobre una persona que el desplome de una pared de ladrillos. Por tanto, es menos peligroso en ese tipo de desastre natural.

Además, “en el caso de ya tener una construcción que requiere divisiones, el drywall se convierte en la primera opción que debemos tener en mente, siendo así que debemos olvidarnos de la laboriosa tarea de contratar una serie de albañiles que se tomen buen tiempo con el uso de cemento, ladrillos y otros materiales”, precisa el arquitecto. (G.Q.B.) (I)