Iluminación de jardines

Factores claves para sacar provecho para dar vida al caer la noche a los patios, jardines y terrazas.

Un espacio exterior propio es un privilegio. Puede descansar al aire libre cuando le plazca, reencontrarse con la naturaleza en su jardín o refrescarse al ambiente. Entonces procure una visibilidad apropiada cuando oscurezca y así disfrutarlo todo el día (y la noche).

Instalación general

Para iniciar un proyecto de iluminación exterior es necesario contar con los planos del sitio. “Con la información digital podemos hacer un cálculo luminotécnico tomando medidas, distancias, tipos de suelo”, explica el arquitecto Guillermo Digerolamo, gerente de Integral Iluminación. El material del suelo dado que la luminaria a instalar dependerá de la cantidad de luz que rebote con un tipo de superficie.

Si no cuenta con un plano, las dimensiones y fotos de la zona pueden aportar al diseño de iluminación, agrega Estefanía Yánez, diseñadora de interiores de Marriott. “Es importante saber si el lugar tiene cercanía a un río o la a playa, esto influye la elección de los productos”.

Zonas de circulación

Otro aspecto vital por definir, añade Yánez, es la clase de iluminación que el dueño de casa aspira. Qué quiere iluminar en el exterior y por qué.

Existen tres tipos de iluminación. La general se refiere a la luz en una zona determinada para una actividad (leer, hacer una barbacoa). Su fin es práctico.

La luz de destaque acentúa un objeto (una escultura, una planta, escalones). La decorativa, en cambio, genera un interés estético. La diseñadora menciona los focos cálidos intermedios RGB que cambian de colores o faroles colgantes y guirnaldas.

Si la idea es alumbrar un jardín, el tamaño de la vegetación también determinará la luminaria. Por ejemplo, un follaje frondoso bajo, dice Digerolamo, requiere iluminación al ras del piso, con un haz de luz abierto que cubra toda la vegetación. Con elementos verticales de altura, la elección se hace por luminarias empotradas o al ras pero que disparen hacia el tronco para iluminar a 6 o 10 metros de altura.

Calidad y materiales

Ambos expertos resaltan los beneficios de los focos led para estos propósitos. “El consumo es bajo, y de alto rendimiento en horas. Por eso provoca lucir el jardín porque no está derrochando energía”, sostiene Digerolamo.

Gracias a la tecnología led, continúa, el cuerpo de la luminaria cambió. Se redujo el tamaño de los focos y ahora son más discretos, dispuestos en tirillas (cintas led). Ese es un factor a favor para instalarlos en escaleras, accesos a jardines, pasamanos. “Te permite esconderlos, antes si uno quería iluminar un escalón con un bombillo o tubo de luces, requería espacio para poder esconder esa fuente”.

En cuanto a los cuerpos de las luminarias, es decir las bases, existen múltiples opciones. Yánez menciona a las de mármol y gypsum (yeso) para ambientes techados. Para sitios completamente abiertos, se recomiendan los cuerpos metálicos. “Los factores ambientales en Ecuador son extremos. La salubridad en ciertas zonas de Guayaquil son muy altas, sin llegar a la parte costera. Lo salobre destruye el cuerpo de la luminaria, lo oxida”. De ahí a que deben ser de alta calidad como de acero inoxidable de alta pureza o en fundiciones de aluminios con protección de pintura y bajo contenido ferroso, explica Digerolamo. Si no tendrá que cambiarlos al año.

Actualmente incluso existen opciones en resinas plásticas de alta resistencia (y menor precio) que soportan los maltratos del exterior, sobre todo los golpes de machetes y tijeras por el mantenimiento de jardinería. (G.Q.) (I)