La importancia del techo alto

22 de Junio de 2014
  • En el cambio de las construcciones de madera a cemento con estructuras de hormigón, se mantuvo en algunos edificios la tipología de grandes alturas y ventanas con chazas (paneles), detalla la arquitecta Peralta. Estos criterios arquitectónicos se pueden apreciar en las edificaciones del centro de Guayaquil, como en el Manso Hostal-Boutique.
  • Casa Julián Coronel, en el Parque Histórico.
  • Edificio Juan Eljuri.
  • Palacio de Gobernación.
  • La Casa Cuna, en Víctor M. Rendón y Boyacá (foto antigua).

¿Por qué el cielo raso está más alejado del piso en ciertas edificaciones? Tienen que ver los costos y aspectos climáticos.

Ninguna casa o edificio es igual a otro, aunque tengan algunos elementos decorativos o arquitectónicos similares. Pero una diferencia es notable: la altura entre el cielo raso y el piso se ha visto alterada en el último siglo.

En la arquitectura tradicional (etapa con edificaciones en madera), el espacio entre el piso y el cielo raso era de 4 a 5 metros, explica la arquitecta Claudia Peralta, especialista en Historia y directora de la carrera de Arquitectura en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Esta distancia tiene dos motivos:

• Hasta principios del siglo XX, las casas eran bien amplias porque albergaban mobiliario imponente (como armarios de tres o cuatro cuerpos) y familias numerosas.

• Las paredes en las casas de la Costa no llegaban hasta el cielo raso. Se dejaba un espacio abierto que en casas más elegantes lucía rejas de hierro forjado. Así se aseguraba una ventilación continua que no se concentraba en ningún espacio en específico.

“El viento no quedaba capturado en un solo cuarto, cruzaba toda la residencia. A eso se llama ‘ventilación cruzada’”, explica Peralta. Así el lugar se refrescaba constantemente. Eran viviendas bioclimáticas.

No obstante, tras la Segunda Guerra Mundial, la escasez de materiales llevó a la arquitectura a un periodo de racionalización. “Todo se hace más compacto, más pequeño (...) para evitar exceso de espacios de circulación que no eran económicamente convenientes”.

Por esa razón, añade, hoy se construye con un mínimo de distancia entre el piso y el cielo raso de 2,30 metros. La falta de climatización natural fue solucionada con acondicionadores de aire, dice la arquitecta Ivonne Ordóñez.

El arquitecto Orlando Ortega, titular del Colegio de Arquitectos del Ecuador en el Guayas, indica que hay normas mínimas de construcción para cada sector de la ciudad, según las ordenanzas municipales relacionadas con el uso del suelo. Eso varía la medida de las alturas por zona geográfica.

La entidad recomienda entre 2,50 y 2,80 metros de distancia del piso hacia el cielo raso. “Menos de eso, hay un efecto psicológico negativo, como de aplastamiento, incluso las personas sienten que no descansan bien”, afirma Ortega.

Sí se puede vivir con el alto mínimo, sostiene Ordóñez. No obstante, “la baja altura sí genera disconfort en las personas. Pero la comodidad del espacio también dependerá de la ubicación correcta de las ventanas, la decoración del lugar, entre otros”. (G.Q.)

 

soportes sobresalientes

Según el Colegio de Arquitectos del Ecuador en el Guayas, los techos deben sobresalir un metro como mínimo o el 5% del largo del terreno. Eso impide que la luz del sol golpee dentro de la casa o que entre la lluvia por las ventanas.

regulador térmico

El tumbado funciona como una caja térmica que amortigua el calor del sol absorbido por el techo. Para esto debe haber una distancia de 50 cm entre el cielo raso y el techo, indica el Colegio de Arquitectos del Ecuador, en el Guayas.

 

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