Mantenimiento necesario
La limpieza de las cisternas asegura a los hogares un flujo de agua más fresca y pura para el consumo. Es un servicio cada vez más al alcance de todos.
Abra uno de los grifos de su casa. El agua que corre por sus manos es la misma que usa para lavar su ropa, asearse los dientes, cocinar y, desde luego, tomar. Ese líquido transparente, sin olor, sabor o color provoca una sensación de aseo e higiene. Y por esa razón está en sus manos preservarla de esa manera, sobre todo si posee una cisterna.
La cisterna es uno de los depósitos más utilizados para reservar el agua potable que proviene de la red pública. “Un buen diseño debe abastecer a una familia promedio hasta por tres días en el caso de un corte urgente del suministro”, expresa Daniel Rivadeneira, gerente y propietario de 1-800 Cisternas, empresa dedicada al mantenimiento y diseño de este tipo de reservorio.
En ese sentido, el experto explica que la capacidad además se calcula de acuerdo con la cantidad de personas en la vivienda y el consumo estimado. No menos importantes son los puntos de agua que uno desea, el sector de la residencia, si tendrá jardín, número de baños, lavandería, cuarto de empleada, piscina. “En promedio para una familia de ingresos medios, se necesita 5 metros cúbicos, 5 mil litros de agua”.
Costos amigables
Algunos pueden pensar que contratar los servicios de una empresa para desinfectar una cisterna resulta oneroso. Pero aparentemente es muy accesible. “El costo no es muy alto”, puntualiza Rivadeneira. Para muestra, indica, un pozo de 8 a 12 metros cúbicos representa un valor promedio de $ 43.
Tomando en cuenta que idealmente el aseo debe ocurrir 2 o 3 veces al año, la inversión es razonable.
“Pero no todos tenemos la costumbre de hacerlo todavía”, expresa.
Para incentivar esta tarea, Interagua ofrece este servicio cobrándolo en la planilla de forma diferida y flexible. Un reservorio de hasta 10 metros cúbicos, por ejemplo, tiene un costo de alrededor de $ 69 por la limpieza, según el portal de esta dependencia interagua.com.ec.
Limpieza necesaria
Así como todas las áreas de la casa requieren un aseo constante, la cisterna también exige una revisión periódica para reducir la sedimentación de partículas de tierra y minerales en el fluido, moderar la proliferación de bacterias, evitar la contaminación de las tuberías. Y que el agua a consumir siempre sea fresca para el consumo humano.
“Todo recipiente, un vaso, un tanque o una cisterna, luego de un tiempo de permanencia genera en sus paredes hongos o bacterias que bajan la calidad del agua almacenada”, explica en su web Amagua, empresa que presta los servicios de agua potable y talcantarillado en Samborondón y Daule.
“El momento adecuado para la limpieza está relacionado con el uso del líquido y el tamaño del reservorio. Actualmente, Amagua e Interagua recomiendan la limpieza cada 4 meses, o sea 3 veces al año”, explica Rivadeneira.
Amagua también añade: “La situación es más crítica cuando el agua se encuentra estancada sin movimiento por un largo periodo, como suele ocurrir al no emplear la cisterna”. Cuando eso ocurre, el agua no puede ser dispuesta para ingerir, aunque sí es útil para el riego o limpieza de viviendas.
Aseo en proceso
Tradicionalmente, el aseo del reservorio inicia con la evacuación del líquido. Luego, se utilizan cepillos, esponjas, hasta mangueras de presión, todo esto de acuerdo con el material de las paredes y el nivel de suciedad.
Rivadeneira hace hincapié en la importancia de la seguridad personal al realizar este trabajo por su cuenta. “Se trata de un espacio confinado, por tanto es un trabajo de alto riesgo. No está diseñado para que una persona se desenvuelva, no tiene iluminación, ventilación, ni ruta de acceso o evacuación. Hay posibilidades de resbalos por la humedad y otros accidentes”.
Aunque la desinfección del depósito se realiza con cloro (hipoclorito de sodio al 5%), el experto señala que en el mercado existen además productos de grado alimenticio y biodegradables para esta labor, certificados para limpiar superficies que tienen contacto con alimentos.
“Después del enjuague siempre queda un pequeño porcentaje residual del producto de limpieza, al tener un grado alimenticio esos residuos no son tóxicos para el organismo”. (G.Q.)
Un poco de historia
Antes de las cisternas o tanques elevados, estaban los aljibes: depósitos de agua de lluvia que era conducida por canales subterráneos hacia la vivienda. Es un término de origen árabe que significa pozo, por eso algunos aljibes tienen esta forma, también simulaban bóvedas.
Ventajas y desventajas
Las cisternas son de fácil construcción, no ocupan mucho espacio porque están bajo suelo y se pueden llenar de agua de techo, potable, de río. No se recomienda su instalación en terrenos arcillosos o arenosos, pues dificulta su forma y provoca grietas.