Sobre espacios públicos

‘Guayaquil, su espacio público, uso y apropiación’ es el libro de una joven arquitecta amante de una ciudad que crece.

El próximo martes a las 18:00 se realizará en el Salón de la Ciudad (Municipio de Guayaquil) el lanzamiento del libro Guayaquil, su espacio público, uso y apropiación. 

Su autora de 29 años, la arquitecta Natalie Wong Chauvet, dice que el texto de corte urbanístico surge después de haber reconocido que gran parte de la transformación de la ciudad en estos últimos 20 años se debe  a un nuevo concepto de los espacios públicos. 

“Ya no se reducen a las plazas y parques, ahora se observan otros en las grandes avenidas, los frentes de agua,  túneles y, principalmente, las calles, elementos fundamentales de la urbe.  Es que, definitivamente, –yendo más allá del concepto arquitectónico– las ciudades con espacios públicos agradables, son ciudades agradables y, por el contrario, los espacios públicos peligrosos, tornan las ciudades peligrosas”, agrega.

Hay quienes afirman que la ciudad es la calle y no se equivocan, porque es el primer lugar que conocemos cuando traspasamos el umbral de nuestras casas”.

Es por ello que Wong en este texto invita a  los lectores a comprender que estos lugares  son  elementos fundamentales de la ciudadanía, de la democracia, en los que se  concuerda,  discrepa y  se puede  expresar libremente.

“Quise que el libro fuera un recorrido temporal, espacial y muy familiar de Guayaquil, desde la ciudad colonial arrimada al cerro verde hasta la urbe  moderna con muchos polos articulados por grandes avenidas. Es una invitación a recorrer el espacio físicamente y hacerlo más suyo, porque es un derecho”, expresa.

Guayaquil, su espacio público, uso y apropiación también muestra las experiencias y reflexiones de especialistas y  profesionales referentes a los temas expuestos.

En la memoria siempre llevamos a la ciudad; no es una mención meramente cívica o sentimental, sino mucho más profunda y arraigada”.

Además la obra, que cuenta con el auspicio del Fondo Editorial de la Municipalidad de Guayaquil, se encuentra  ilustrada con fotografías de la urbe que han sido captadas bajo la óptica de Wong para plasmar aquello que con palabras no se puede comunicar.

“El no ser profesional en la rama de la fotografía contribuyó a la sencillez de las fotos y me permitió plasmar a mi ciudad ”, finaliza.