Tesoro de las canteras: el mármol de Carrara
El mármol de Carrara, en la Toscana italiana, es el material para grandes obras maestras.
Miguel Ángel lo talló hasta convertirlo en el David. Catedrales imponentes se construyeron con este material. Y quienes pueden darse el lujo incluso lo lucen en el piso de sus baños. Se trata del mármol de Carrara, llamado así por la ciudad del mismo nombre, donde se extrae mayormente.
Las características que envuelven en tanto prestigio y valor a este material incluyen su blancura y grano fino, que le otorgan una estética limpia. Aunque este tono es el más conocido, también ostenta variaciones en gris o vetas azuladas.
Carrara es el núcleo del desarrollo marmolístico en Italia. Es un poblado de la provincia de Massa-Carrara en la región de la Toscana. Junto con las minas de Massa, en el corazón de los Alpes Apuanos, son sus principales proveedores.
De esas canteras a cielo abierto ha salido la materia prima para construcciones históricas, como el Panteón de Roma y otros templos religiosos, donde además ha sido motivo de decoración interna. Ejemplo de ello es el púlpito de la catedral de Siena, modelado por el escultor Nicola Pisano. Se trata de una plataforma con diseño gótico octogonal y detalles en las columnas.
Pero la obra más categórica es el David de Miguel Ángel. Fue fabricada en un bloque de 5,5 metros y 11 toneladas obtenido de la cantera de Fantiscritti. Terminó de pulirse después de 40 años desde su encargo y tras haber pasado por las manos de otros escultores, Agostino di Duccio y Antonio Rossellino.
Cómo se transporta
Las colosales losas, visibles desde el aire rompiendo el verdor de las montañas donde yacen, actualmente se transportan en camiones hasta el puerto de Marina de Carrara o a otros destinos.
Siglos atrás, los bloques se arrastraban hasta las laderas de las montañas. Desde el siglo XIX, hasta mediados del XX, en cambio, se movían en tren. La mayor parte del producto se envía en estado bruto al puerto. El resto se reduce en losas pequeñas, para luego ser trabajado como decoraciones, paneles, escaleras.
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Gran demanda
Pietrasanta se ha convertido en un punto de ferviente actividad para los escultores de todo el mundo, gracias a la cercanía a las minas (casi 20 minutos de Carrara). Allí residen conocidos artistas, como el colombiano Fernando Botero (autor de los frescos de la iglesia de la Misericordia de Pietrasanta), Kan Yasuda, Jean Michael Folon, entre otros, quienes incluso abren muestras periódicamente.
Una galería más cercana es el cementerio general de Guayaquil. Muchas figuras y mausoleos se tallaron bajo pedido al maestro Enrico Pacciani en el siglo XIX, las cuales aún mantienen el encanto de esta piedra. Fuera del ámbito artístico, el mármol es comúnmente usado en los hogares como azulejos o baldosas para el piso y encimeras. (G.Q.) (I)
Cerca del mármol
El escultor japonés Kan Yasuda llegó a Italia en 1970, gracias a un programa del Gobierno italiano, para estudiar con el maestro Pericle Fazzini en la Academia de Arte en Roma. Se quedó en Pietrasanta, donde instaló su estudio, por la cercanía al mármol de “calidad superior” de Carrara. Él divide su tiempo entre Japón e Italia.
Un negocio de generaciones
Una de las canteras en la página siguiente es Piastreta (en Massa). Carlos A. Ycaza, editor de La Revista, conoció ese yacimiento en un recorrido con su dueño, Umberto Ronchieri (foto). Su abuelo Ezio Ronchieri fundó la mina, de donde se ha extraído el mármol para construir las tumbas de los últimos tres papas.