Chat-vicio
Parece que inconscientemente hubiéramos estado esperando que se publicara un artículo sobre este tema en su sección. (‘Si Carreño volviera a la vida’, septiembre 23). Mi familia y yo, uno tras otro (somos tres en casa), lo leímos íntegro y tuvimos inmediata identificación con cada una de sus líneas, ya que lo vivimos a diario. Lastimosamente, ese es un nuevo conglomerado que se está formando en este siglo: la Generación de los Cabizbajos con Callos en los Pulgares, y va en crecimiento. Ya sea en un bar o cafetería, una discoteca, un evento público, artístico o académico de tipo formal, el cine, o sencillamente una reunión familiar, de amigos o incluso parejas (con ese grado decreciente de intimidad de un grupo a otro), tenemos que encontrarnos con un cuadro parecido. Gente concentrada en el chat, escribiendo en los muros o cargando fotos en las redes sociales al instante, descargando aplicaciones o simplemente jugando, esto último una experiencia realmente enviciante, abstrayéndose totalmente de la realidad.
Francisco-Xavier Valverde