Conmovida
Me emocionó leer la historia de Doña Petita y su familia. (‘Un siglo de celebraciones’, mayo 12). Me alegra saber que aún existen familias que conservan su unidad y que se apoyan mutuamente en todo momento.
Nuestra familia es lo único con lo que verdaderamente contamos todo el tiempo, nuestros padres son los únicos que nos amarán siempre incondicionalmente y por ende, les debemos nuestra gratitud y respeto. Quienes tenemos la bendición de tenerlos con vida, debemos aprovechar cada momento con ellos. Cuando ya no estén con nosotros de nada servirá ir a visitar su tumba si en vida no les demostramos nuestro amor.
Sofía Tagle