Emociones e hijos
Creo que es duro para muchos padres poner estas recomendaciones en práctica. (Columna de Ángela Marulanda, ‘Somos el lente con que los hijos ven’, octubre 30). Sin embargo, creo que también es otro motivo por el cual debemos tener hijos a una edad madura, en la que sí podamos ser un apoyo para ellos y seamos capaces de manejar nuestras propias emociones para no afectarlos. Necesitamos ser padres maduros para cuidar de la sensibilidad de nuestros hijos. Tampoco creo que sea negativo que vean que por momentos nos sentimos derrotados, que podemos llorar (sin exagerar, sin dramatizar, o sobreaccionar), pero que nos levantamos. No es saludable que ellos crean que deben ser siempre ganadores o que nada los afecte, pues esto es una utopía, pero que sí sea el optimismo y la resiliencia lo que domine sus vidas. El trabajar en equipo como familia también les enseñará a saber y aceptar pedir ayuda cuando la necesiten.
Lorena