Iguanas terrestres
Leo siempre la columna de Paula Tagle. Artículos muy bien escritos, amenos y muy ilustrativos. Me interesó muchísimo ‘Plaza Sur: misterio resuelto’, agosto 3. La información sobre iguanas terrestres que han aprendido a cazar aves, como una alternativa de supervivencia, me parece fascinante. Si se documenta, este hecho será una noticia impactante a nivel mundial por las implicaciones evolutivas. Me impactó también el hecho de que las iguanas terrestres no pueden nadar. No sé cuán relacionadas estén genéticamente las iguanas de Galápagos con las del continente, pero aquí en Puerto Azul he comprobado que las iguanas que visitan mi casa son nadadoras extraordinarias. Pegan las patas al cuerpo y se desplazan por debajo de la superficie del agua con gráciles y rápidos movimientos de la cola. Me atrevo a plantear la hipótesis de que en el ADN de las iguanas terrestres están los genes para cazar y nadar, que se activan en situaciones de estrés.
Leonardo Corral, profesor, Genética Vegetal y Estadística