Imagen de redes sociales
No conocía sobre esta condición (columna de Lenin Salmon, ‘Dismorfia corporal’, abril 22). Pero estoy de que segura de que muchos la padecen, tal vez sin saberlo. Es probable también que la imagen digital que ahora todos queremos proyectar (de perfección, de salud, de belleza, de lujo) haya enfatizado aún más esta condición en algunas personas. De por sí, ya las redes sociales parecen una competencia por saber quién viaja más o quién come más rico o quién tiene mejor ropa. El verdadero bienestar está en la vida real, en poder estar en paz con nuestros pensamientos en silencio, en calmar ese ruido que muchas veces no nos deja ser, en dominarnos a nosotros mismos. Eso no se puede plasmar en una red social y es tan valioso que ni vale la pena hacerlo, es un placer y bienestar personal.
Priscila