Orgullo sevillano
Soy sevillana y me congratula que se haya llevado esta percepción de mi ciudad, aunque creo que se ha quedado corto y le ha faltado mucho por ver y por vivir (‘Sevilla: azahares y columnas’, mayo 25). Sevilla es mucho más que columnas de piedra, historia y poesía. Es un sentimiento, es arte, es alegría, es luz (...). Es su gente que vivimos nuestra tierra con intensidad, con pasión. Y sí, quizás algo chulos (espero que haya aprendido el significado que damos aquí a dicha palabra), pero no lo sabemos todo... Somos abiertos, confiados, amigables y habrá comprobado que se puede hablar con cualquier desconocido como si lo conociera de siempre. Le invito a volver, pero esta vez con un sevillano de cicerone para entender el sentimiento, su magia. A mí, tal vez porque viva aquí, no me resulta extraño que se encontrara a dos muchachas de ‘belleza difícil’ (término que no sé muy bien cómo encajar) a medianoche en una calle estrecha. Sevilla, entre otras virtudes, también es una ciudad segura. Por último, agradecerle el final de su artículo en el que cuenta que la ciudad está vinculada a Guayaquil. Tengo allí al amor de mi vida y me gustó recordar la historia que nos unió hace tantos años. Reciba un saludo muy afectuoso de una sevillana orgullosa de serlo.
Carmen Pérez Prieto