Pelotas de índor
Él no es el último artesano que confecciona estos balones (‘Las pelotas de índor de Luis Chóez’, septiembre 25). En la calle Venezuela, de la 26ª a la 28ª y sobre la acera norte hay tres talleres. En mi familia, mis tíos (Ciro Ángel, Jorge y Santiago Chila Velayo) aprendieron el oficio del extinto Raúl Chóez (tío de quien se habla en el reportaje) hace 51 años exactamente, y en cuanto pudieron, pidieron a mis abuelos que les pongan el taller. Ellos aún trabajan en este arte y mantienen a su familia con el producto de la venta de las mismas. Además de ellos, mis hermanos y primos también aprendieron a confeccionarlas. Aún tienen el taller en el patio de la casa que dejaron sus padres, pero como lo indica el señor Luis Chóez, cada vez se venden menos.
María del Pilar Anchundia