Un buen colaborador
No hay que ser un feelgoodmanager para hacer que nuestros compañeros de labores se sientan bien. (‘A sumar buena vibra en la oficina’, septiembre 9) Existen pequeños detalles diarios que todos podemos realizar para mejorar el ambiente laboral. Recordar la fecha de cumpleaños, alrededor de un postre o una tacita de café; colocar un portarretrato con fotos de actividades realizadas juntos; facilitar material o ayuda en el momento de angustia de un colega; elogiar el peinado, la vestimenta o el orden, sinceramente. Son prácticas todas posibles, económicas y enriquecedoras, capaces de no solamente mejorar la cultura organizacional sino además de iniciar una amistad que trasciende los muros de la oficina. Sin embargo, solamente podemos generar buenas vibras si nos amamos a sí mismo y si amamos nuestro trabajo.
Yvette Blümelova