Aldo Faidutti, maestro del helado artesanal
En el 2010 Aldo Faidutti fue nombrado Mastri Gelatieri en Italia y no cesa de crear nuevos sabores artesanales.
Tomar helado te hace feliz. Es lo que cree el guayaquileño Aldo Faidutti Navarrete, heladero artesanal de 57 años, fundador de Sorbetto y galardonado en la ciudad Longarone, capital mundial del helado, con el premio Mastri Gelatieri 2010, durante la Feria Internacional del Helado Artesanal que se realiza desde hace 56 años en esa ciudad italiana.
Pero su historia de heladero comienza en 1981 cuando la multinacional Perugina, empresa en la que trabajaba, lo envía por un año a Perugia –Italia– a especializarse en la producción de chocolates. Es cuando Aldo empieza a interesarse en la heladería.
Yo de heladería sabía cero, pero me gustó y comencé a poner mi interés al tema, comenta que en su tiempo libre consultaba textos especializados en heladería, los fines de semana visitaba ferias y heladerías y además aprendió conversando con los maestros heladeros, que entre ellos eran muy celosos y egoístas en la divulgación de sus conocimientos, pero con Aldo, un jovencito extranjero de 22 años, eran tremendamente generosos porque seguramente no representaba ninguna competencia. Así fue como supo que algún día fabricaría helados en Ecuador.
“Aprendí, sobre todo cómo está hecho un helado, vine acá y salió el primer local”, se refiere a Il Gelatto que arrancó en 1983 en 9 de Octubre y Carchi, llegó a tener 19 sucursales en el país pero la crisis bancaria de 1998, empezó a minar ese emprendimiento hasta que cerró en el 2007.
No olvida los inicios de esa, su primera heladería. Como aún trabajaba en Perugina, por la noche él preparaba los helados hasta la una de la mañana y su esposa, María Fernanda Hidalgo, durante el día se encargaba de atender la heladería.
Aldo Faidutti en esos años creó más de 150 fórmulas de helados. Formular es una de sus fortalezas como heladero. “El éxito siempre ha sido crear sabores genuinos, diferentes y auténticos”, dice con orgullo.
Artesanales, ricos y sanos
Durante el 2004, mientras Il Gelatto agonizaba, surge Sorbetto bajo el concepto de heladería artesanal. Su primer local en Urdesa, ofrecía una carta de diez sabores: Baci, chocolate, frutilla, mora, pistaccio, entre otros. Viendo que las cosas se ponían difíciles –explica Faidutti- decidí volver a los orígenes de la heladería y arranqué desde cero con Sorbetto, que actualmente cuenta con 17 locales en Guayaquil, Salinas, Machala, Cuenca y Quito, en estos día está a punto de inaugurar un nuevo local.
Sorbetto ofrece alrededor de 40 sabores que van rotando constantemente según las frutas de temporada, por ejemplo ya se aproxima la época de naranjas y mandarinas. Explica que hacer un buen helado artesanal cuesta más porque atrás de un helado además de frutas frescas, hay frutas secas: almendras, avellanas, nueces, y otras que se han encarecido por las salvaguardas. Jamás he buscado disminuir la calidad, mi helado ha ido mejorando en sabor y textura –expresa– porque yo disfruto viendo a la gente contenta aunque hacer un buen helado cueste más.
Actualmente a más de helados, ofrece copas, tortas, tortas heladas, yogurt light y diversos acompañantes como sus ponderadas lenguas de gato.
Según Faidutti ellos son los únicos, no solo de Ecuador, sino de muchísimos países que verdaderamente hacen helados y yogurt light con cero grasa y cero azúcar. “En Sorbetto se utilizan fibras naturales importadas con las que reemplazan al azúcar y la grasa,” agrega.
Como anécdota cuenta que cuando recibió la llamada de Roberto Padrin, alcalde de Longarone, para comunicarle que por su helado artesanal Sorbetto le habían otorgado el premio Mastri Gelatiere 2010 –Maestro Heladero–, él creyó que le estaban jugando una broma, pero fue verdad. Comenta que en Italia le dijeron que le otorgaron el premio porque él hacía un helado artesanal auténtico y durante el discurso de premiación se expresó que deseaban que los heladeros italianos regresen a sus orígenes, a elaborar helados auténticamente artesanales como los que hace Faidutti entre nosotros.
Ese reconocimiento internacional lo comprometió más a continuar con más ganas y sabiduría en su proyecto del cual también forma parte su hija Doménica.
Esa tarde en el momento de las fotos, probando una de sus creaciones, expresó que toda la vida le ha gustado el helado. Además recuerda que su primer helado artesanal lo preparó en diciembre de 1981. Ocurrió cuando su padre, Juan Carlos Faidutti era embajador de nuestro país en la antigua Unión Soviética y los invitó a Aldo y María Fernanda, su esposa –ambos estaban en Italia– a pasar la Navidad en Moscú.
Aldo Faidutti continuará creando sabores de helados porque así él y los que lo prueben serán felices. (I)