Desafíos atléticos

César de Cesaré

A las Olimpiadas Londres 2012

La química entre  César de Cesaré, de 31 años, y el agua fue inmediata.  “Desde el primer día que subí a un bote me pareció apasionante, el hecho de estar en contacto con el agua, la naturaleza y ver las casas desde otro ángulo, me encantó”, expresa el  argentino nacionalizado ecuatoriano.

“Hoy estoy totalmente    agradecido con este país que cumple parte de mis sueños   y de cualquier deportista: una clasificación olímpica”
César de Cesaré.

Este primer amor hacia este deporte fue lo que lo motivó a practicar el canotaje profesionalmente en su natal Argentina, sin embargo, la insistencia de su hermano lo traería a Ecuador. “Mi hermano Sebastián, actual entrenador de la selección de canotaje del Ecuador, insistió para que probara suerte en este país, ya que en Argentina la cosa estaba inestable”, explica.

Agrega que uno de los mayores obstáculos que tuvo que atravesar en su carrera fue la crisis económica que afrontaba su país. “Era imposible solventarse para los deportistas de alto rendimiento y menos con una familia como yo tenía, con mis nenas bebés, se complicaba mucho poder seguir, tenía que trabajar aparte de remar”, recuerda.  Sin embargo, las recompensas a su esfuerzo pronto comenzaron a llegar. “Siempre recuerdo una competencia  de mis inicios, porque fue la primera vez que ganaba una competencia en mi provincia. Después de muchos intentos frustrados gané por primera vez y me gustó el ser número 1, desde ahí empecé a subir”, afirma. El más reciente de sus reconocimientos llegó hace poco: la clasificación a los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

“Esta clasificación es  algo que todavía me cuesta creer. Yo dejé por completo este deporte   durante seis años en Argentina para dedicarme a trabajar y decir que hoy estoy clasificado era inesperado”, enfatiza.  “Pero gracias a Sebastián que insistió en que remara, gracias a Ecuador  y a Edward McIntosh (gerente general de Toni) que me apoyó sin saber quién era, las cosas fueron tomando color”, añade.

Él no se “achica” y ya ha comenzado su entrenamiento y preparación. “Saber que compites con lo mejor de lo mejor de tu deporte y tú eres uno de esos, te da  nervios. Así que no nos vamos  a achicar (como diríamos nosotros) y usaremos ese miedo  a favor, para lograr una medalla olímpica”. (D.L.)

Ronald Insuaste

La carrera hacia guinness

Este licenciado en educación física quiere romper el récord Guinness de correr en una máquina de cinta durante 24 horas seguidas. ¡Sí, durante una día entero! La marca es de  Arulanantham Suresh Joachim, australiano nacido en Sri Lanka, que alcanzó 257,88 kilómetros el 29 de noviembre del 2004 en Ontario, Canadá.

Para ello, Insuaste, que es profesor de educación física del Centro Educativo Bilingüe Interamericano (CEBI), correrá durante 24 horas desde las 16:00 del jueves 15 de diciembre, sobre una máquina instalada en la plaza Vicente Rocafuerte, para lo cual cuenta con el apoyo del gimnasio Miriam’s Gym y el Municipio de Guayaquil.

En ese gimnasio se ejercita cada tarde desde las 16:30. “Antes prefería entrenar en el asfalto, pero desde hace seis meses prefiero las cintas (de correr) ya que me mantienen más concentrado y no me preocupo de los vehículos”, indica este deportista que ha competido en once maratones, en Guayaquil, Quito, Buenos Aires y Barcelona, siendo un tercer puesto su mejor ubicación.

“Desde los 18 años me he dedicado a correr. Siempre busqué las competencias del país, pero hace dos años pensé que debía hacer algo más, pensar en grande, escoger un sueño y cumplirlo”, indica Ronald.

Su entusiasmo tuvo nueva dirección cuando en noviembre del año anterior vio en la internet que existía ese récord, precisamente cuando el argentino Rodolfo Rossi impuso en Buenos Aires la marca de su país en esa categoría (173 km 50 m). Justamente, Insuaste y Rossi se aliaron para conjuntamente intentar quebrar el récord mundial. “Correremos al mismo tiempo, él en Buenos Aires y yo en Guayaquil”, de 24 años de edad.

“El deporte es salud, eso siempre les digo a mis alumnos. Por ello este desafío tendrá su mensaje para la comunidad. Yo correré en una máquina y habrá dos más instaladas junto a mí, para que los ciudadanos me acompañen trotando el tiempo que quieran”, señala este atleta que en este reto correrá a una velocidad promedio de 11 km/h.

Los descansos serán de 5 minutos a 10 minutos para ir al baño, caminar, comer. Así será la carrera de su vida, en la cual competirá contra sí mismo. (M.P.)

“Desde los 18 años me he dedicado a correr. Siempre busqué las competencias del país,  pero hace dos años pensé que debía hacer algo más, pensar en grande, escoger un sueño y cumplirlo”. 
Ronald Insuaste