Doménica Tabacchi: "Cumpliendo deberes morales"
Va de un lado para otro, no se queda quieta, siempre tiene algo que hacer. Parece que fuera un rayo brilloso (haciendo alusión a su rubia cabellera). Doménica Tabacchi irradió energía al cien por ciento en esta entrevista. Ahora, que es la vicealcaldesa de Guayaquil, parte del Cabildo se ha visto iluminado por la labor que realiza esta activa mujer.
Da fe de ello su secretaria, Lourdes Espinoza, quien dijo que la vicealcaldesa es considerada en el ambiente laboral como alguien “encantadora”… pero también suele ser exigente. No le gusta tener decisiones pendientes, prefiere resolverlo todo al instante.
“Desde hace dos meses que fui elegida vicealcaldesa he sentido que se ha hecho más fuerte mi compromiso con la gente guayaquileña. Estoy muy emocionada con el cargo; además de estar cumpliendo deberes morales dentro de mi labor”, expresó Doménica.
Tabacchi cuenta cómo es la vida de una mujer actual dentro del Cabildo porteño, lugar en donde hablar de machismo ya es algo “obsoleto”.
“Las mujeres estamos involucradas en todos los campos, tenemos una sensibilidad especial porque poseemos el don de ser madre. En capacidad intelectual somos exactamente igual a los hombres”, sostuvo.
La abogada
La sala donde está su oficina queda justo al frente a la del alcalde Jaime Nebot. En su ingreso está el escritorio de su secretaria y el del asesor de Nebot, Luis Chiriboga; pero si se mira a la izquierda hay una puerta que conduce a su oficina. La bandera de Guayaquil no podía faltar, aunque, como dice la vicealcaldesa, aún le falta poner el toque femenino a su oficina.
“No he tenido tiempo, con tantas cosas por hacer… eso me ha faltado. Para mí lo importante ahora es seguir trabajando para hacer cumplir los planes de la Vicealcaldía”, dijo Tabacchi.
Doménica forma parte del Municipio de Guayaquil desde hace ocho años. Antes trabajaba como presentadora de noticias en Teleamazonas. Aparte de esta actividad tenía un segmento de servicio a la comunidad donde siempre escuchaba denuncias de los moradores de la urbe solicitando que se atendieran los servicios básicos de su zona.
“Me involucré mucho en las necesidades del pueblo guayaquileño, en la gente que requiere ayuda. Así que me identifiqué con la ideología y la forma de hacer política del alcalde Nebot, que básicamente está basada en que la mejor forma de hacer política es sirviendo a la comunidad al cien por ciento”, indicó.
Doménica, como ella misma manifiesta, es comunicadora social de corazón; pero estudió Jurisprudencia. El título de abogada lo liga con su trabajo actual, en donde la justicia y la defensa del bien común son sus objetivos en cada proyecto u obra que realiza dentro del Cabildo.
Madre ante todo
Su día empieza muy temprano. Ama desayunar con sus tres hijos y esposo. Su última hija tiene nueve meses y está “chochísima”. Se considera una madre preocupada, pero no sobreprotectora, le gusta que sus niños sean independientes y se desenvuelvan solos en todas las actividades que realizan.
“Estoy con ellos en el momento que se van a la escuela, luego hago algo de ejercicio e inmediatamente me alisto para ocupar todos los temas que desarrollo en el Municipio, pero nunca dejo de estar pendiente de mi familia”, comenta Tabacchi.
Para ella prima la calidad versus la cantidad de tiempo que puede ofrecer a sus seres queridos. Uno de los momentos más íntimos que pasa con sus hijos es la hora de dormir. “Los dejo tapaditos y rezo con ellos todas las noches”, expresó.
Los fines de semana trata de desconectarse de sus labores cotidianas y huir al campo con su familia, pasar relajada disfrutando con los suyos.
La mujer en el Cabildo
Luis Chiriboga la considera una mujer de fuerza y muy inteligente. Sin embargo, destaca una cualidad dentro de su labor: “Tabacchi sabe escuchar, esa es una virtud que pocos tienen. Tiene esa sensibilidad para darse cuenta de lo que aún falta por hacer por Guayaquil”.
En el Municipio trabajan en equipo. Son catorce concejales junto al alcalde. Según Doménica, Nebot tiene completa apertura al recibir las sugerencias de los legisladores de la ciudad.
“Trabajamos en toda la obra de la ciudad de Guayaquil… y a su vez yo como vicealcaldesa siendo una concejala más también en ese rol tengo que desempeñar las actividades que el alcalde me delegue, aparte de representarle cuando él lo solicite”, comenta.
Labor y progreso
Trabajar para el pueblo y con el pueblo es una meta esencial para la vicealcaldesa. Pero hay un grupo especial en el cual vuelca toda su esperanza, este es el de los jóvenes, el futuro latente. “Parece trillado decir que los jóvenes son el futuro de la patria, pero son las personas que más nos debemos enfocar… al igual que los ancianos y la gente más pobre… por eso los dotamos de servicios básicos, por eso al cabo de esta administración en medio de tres años Guayaquil tendrá el cien por ciento agua potable”, asegura.
Dos de los programas enfocados a los jóvenes que tiene el Municipio y que cuentan con el apoyo de otras instituciones son: Jóvenes Productivos, esfuerzo que tiene como objetivo aumentar la empleabilidad de jóvenes de entre 18 y 29 años que no han terminado el bachillerato, a través de su formación en competencias laborales de turismo.
Los jóvenes recibirán la capacitación a través de una plataforma virtual de auto aprendizaje, el proceso integra además la facilitación y vinculación laboral. La meta es capacitar a por lo menos 1000 jóvenes de la ciudad y vincular laboralmente a un 20% de los jóvenes capacitados como mínimo.
El segundo es Jóvenes Ejemplares, cuyo fin es incentivar en los estudiantes de bachillerato el deseo de superación, demostrándoles que los esfuerzos tienen una recompensa para mejorar su futuro.
El proyecto reconocerá el esfuerzo de los estudiantes de primero a tercer año de bachillerato de todos los colegios fiscales y fiscomisionales del cantón, beneficiarios del proyecto municipal “Más Libros, bachillerato” que obtengan las mejores notas al final de cada año lectivo. Se premiaría acorde al Reglamento vigente, a 12.750 jóvenes en el mes de febrero del 2012, con 250 casas, para los mejores estudiantes del tercer año de bachillerato; 2,500 computadoras, para los mejores estudiantes de primero a tercero de bachillerato; y 10.000 pases para la Metrovía por un año, para padres, abuelos, tíos o representantes de la tercera edad o con discapacidad, de los mejores estudiantes de primero a tercer año de bachillerato.
Para la vicealcaldesa, nada es imposible si se le inyecta fuerza, se trabaja para el bien común y para atender a los menos favorecidos dentro de una ciudad que sigue creciendo a pasos agigantados.