Los cráneos detrás de ‘Aprendamos’
Hace diez años, estos profesionales eran convocados para colaborar con ‘Aprendamos’, proyecto de televisión educativa. Una década después, siguen comprometidos con la misma tarea.
Hace 10 años, Fernando Fraschini recibió una hermosa petición: una pareja de padres primerizos le solicitaron que sea el padrino de su hijo y él aceptó gustosamente.
¿Por qué lo escogieron? Debido al vínculo que se formó entre esta familia y Fernando durante las grabaciones del curso Promotor del Desarrollo Integral Infantil del programa Aprendamos, el cual todavía produce junto a su colega Lucio Heller. “Escucharlos decir que ellos aprendieron a ser padres de la mano del programa y que 10 años después, el programa todavía continúe y que ellos sigan viéndolo es algo maravilloso”, dice Fernando. “El nene ya tiene ahora 10 años”, comenta.
Igual que el ahijado de Fernando, Aprendamos también celebra, este año, su primera década al aire. El programa se transmitió por primera vez en noviembre del 2003, pero su producción comenzó en junio de ese año cuando Lucio y Fernando llegaron desde Argentina para encabezarlo.
Ellos estudiaron juntos Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Buenos Aires. En esa ciudad establecieron la productora Globo Rojo y también ejercieron como maestros de producción y dirección de televisión y radio educativa. De acuerdo con Lucio, esta experiencia como docentes les resultó útil durante la producción de Aprendamos. “Por que no se trata solo de producir, sino que al mismo tiempo se produce una transmisión de conocimientos”, explica.
Su objetivo en el 2003 era producir únicamente cuatro cursos. Sin embargo, debido a la buena respuesta de la ciudadanía, la cantidad de programas se incrementó y Aprendamos ya transmitió su curso número 15. “Se superaron todas las expectativas y previsiones que teníamos, incluso las más optimistas. Lo que al principio fue un deseo modesto, se terminó desbordando”, comenta Fernando. “La premisa siempre fue trabajar la realidad local”, agrega Lucio. “Habría sido más cómodo hacer una ficción y grabar el 90% en Argentina, con tres conductores locales, y adaptar los guiones con un traductor cultural y listo”, dice. Fernando concuerda con su compañero y aclara que Aprendamos nunca siguió los parámetros de una franquicia extranjera, la cual se produce bajo el mismo modelo y reglas de otros países. “Más allá de que hubiera una experiencia anterior, creamos un producto y un equipo nuevo. Creamos un programa ecuatoriano”, subraya.
Este esfuerzo se evidenció desde el primer curso en el que contactaron familias locales para desarrollar su contenido. “Empezamos a aprender de las mamás y papás guayaquileños. No vinimos a imponer cómo se criaban los niños, sino que fue un trabajo dialogado con la comunidad”, añade. “Aprendamos tampoco trajo segmentos, ni partes de programas educativos de afuera. Es absolutamente un desarrollo local desde el principio hasta el fin”.
El curso Familias con niños adolescentes fue un nuevo reto. Para desarrollarlo, Fernando y Lucio decidieron contactar a 11 familias guayaquileñas que les permitieran documentar en video su cotidianeidad. “Encontrar a esas familias que quisieran participar nos tomó casi 3 meses”, recuerda Lucio. “Fueron familias reales, con problemas reales que aceptaron que nosotros, con la cámara, hurgáramos y registráramos todo lo que tenía que ver con su familia y su vida diaria, para luego darle un formato que nos permita desarrollar los temas del curso”, dice. “Hicimos un seguimiento tipo reality, pero no reality show, sino reality-documental”, aclara Fernando. “Seguimos su vida cotidiana, pero no para hablar de su intimidad sino más bien para desarrollar aspectos que tenemos en común como los problemas familiares”.
Hace poco etiquetaron a Lucio en una interesante imagen en Facebook, la cual explicaba las 10 cosas que se necesitaban para ser ‘guayaco’. Además de haber comido encebollado, uno de los últimos puntos era haber visto algún episodio de Aprendamos.
“Esto nos dice que el programa está metido en el imaginario de la ciudad. Hay una semilla que hemos sembrado y ha crecido”, comenta. “El programa demostró que si la gente tiene la vía para poder aprender más y, si para hacerlo, no tiene que sacrificar el dinero destinado a cosas importantes, como por ejemplo, alimentación, la aprovechará.
Más manos, mismo objetivo
El chileno Arturo Vergara, de la productora Cronos, se vinculó inicialmente al programa Aprendamos como un investigador de campo. “Marcia Gilbert, de la Universidad Casa Grande, me pidió que evaluara el impacto que estaba teniendo el programa y cómo lo estaba recibiendo la población, recuerda. Sin embargo, poco tiempo después también pasó a formar parte de la producción de los cursos. “Autoconstrucción y mantenimiento de la vivienda popular”, fue el primer proyecto que tuvieron a su cargo en el 2008. “Hay cosas que te pagan el esfuerzo”, dice. “Me he encontrado con personas que han tomado el curso y me cuentan que han podido arreglar su ventana y que ya no necesitan al maestro para realizar reparaciones en el interior de la casa”, comenta Arturo.
Algo que destaca del desarrollo de los programas es la gran apertura de los profesionales que se entrevistan en cada tema para que, con sus conocimientos, ayuden en el desarrollo del asunto.
“Hay una gran solidaridad porque surge una tarea superior: la de educar”, enfatiza. “Les decimos que estamos haciendo este proyecto para enseñar a la población y nos responden: con mucho gusto, vengan y les explicamos”, agrega.
La educación es precisamente uno de los mayores compromisos que tiene Arturo a título personal. “Estoy convencido de que muchos de los problemas que padecemos son de carácter educativo. Y creo que todo los esfuerzos que se hagan por educar, son buenos. De esa manera contribuimos a mejorar la calidad de vida de la población”.
Considera que las personas involucradas en distintas áreas de la comunicación deben recordar que una de las funciones de la comunicación social es educar. “Yo veo la educación como un acto liberador. Percibo que en 10 años de trabajo, Aprendamos le ha dado herramientas de trabajo a una gran cantidad de personas”, comenta.
por los 10 años
Aprendamos es un proyecto impulsado por la Municipalidad de Guayaquil, junto con aliados como Fundación Ecuador y la Universidad Casa Grande. Para celebrar su décimo aniversario se prevé el lanzamiento del programa a través de iTunes.
Además, se organizará un evento internacional en la que se presentarán los 15 cursos realizados desde el 2003 y también se premiará al alumno inscrito bajo el número 1 millón. Actualmente el número de personas que se han inscrito en los cursos suman 937 mil.