Marcos Lozada y sus sillas de ruedas para mascotas
Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre. Pero por los servicios que presta Marcos Lozada, la inciativa viene de su propia personalidad.
El año anterior cuando su perro Junior enfermó, la vida de Marcos Lozada cambió. Todo comenzó once años atrás. Él vivía solo y le regalaron un cachorrito que cabía en la mano. Se acompañaron por años. Cuando Junior no podía caminar, Marcos y su esposa, Gianella, lo llevaron a varios veterinarios hasta que le diagnosticaron babesiosis, infección que había inflamado los nervios de la columna, provocándole la parálisis. “No nos daban esperanzas de que camine, podía ser progresivo y peor, nos aconsejaron que lo durmiéramos, pero habíamos estado juntos diez años, no era tan fácil dormirlo”, testimonia Marcos y explica que la garrapata transmite a los perros la babesia, un parásito que les produce parálisis en las extremidades.
Ellos deseaban que Junior pudiera movilizarse. Desde Estados Unidos una silla de ruedas demoraba 45 días en llegar. Localmente, una persona que las fabricaba demoraba 30 días en entregarla, tanta era la demanda. Lozada no quería que su mascota se lastimara arrastrándose. Navegó en internet hasta que se bajó un modelo de la silla. A la semana, después de siete modificaciones, Junior se acopló a la silla. Primero era conducido a través de una correa, después se movilizaba solo por su barrio de Los Esteros. En febrero del 2016, después de un año y un mes, Junior ya no quiso utilizar la silla. Desde entonces, poco a poco va retomando su postura al caminar. “Cuando los vecinos lo vieron sin silla, dijeron: Ya está mejor, ya le falta poquito. Eso es chévere porque te motiva”, dice.
Comenta que la silla es para que la mascota se movilice y tenga una mejor vida porque hay perros que han vivido acostados por años, a la hora de alimentarlos le dan agua, comida y listo. Para prevenir la babesiosis hay que mantener limpia el área de las mascotas y vacunarlas. Lozada ha construido cerca de 30 sillas de ruedas para perros afectados por ese parásito y unas pocas para mascotas atropelladas.
Explica que las sillas americanas son graduables y cuestan de 400 a 600 dólares y las suyas desde 40 hasta 120 dólares. Él utiliza tubos redondos de aluminio, uniones plegables DVC, almohadillas, tornillos y ruedas, según la superficie por la que se va a desplazar la mascota.
“Se las hace económicas, prácticas y livianas –dice colocándole la silla a Junior para que sea fotografiado–. Dicho de otra manera, son criollas”. También ha hecho unas pocas para gatos.
Mira un video de su labor
Mascotas a bordo de taxi
Su servicio de taxi para mascotas es consecuencia de llevar a Junior al veterinario. Después de las consultas, algunas personas le pedían un aventón gratuito a casa. En una ocasión el doctor le preguntó: ¿Ustedes cobran por esto? Y como él respondió que no porque iban por el mismo rumbo, el veterinario le sugirió que anotara su número telefónico en la pizarra y que si alguien necesitaba su servicio, lo llamarían. Después de 21 días recibió la primera llamada. Para entonces –él que se dedica a los bienes raíces– ya tenía acondicionada la parte trasera de su furgoneta. Estaba recubierta de un material lavable que después de cada carrera se limpia y desinfecta. Y al final del día se lava todo el vehículo.
Recuerda que su primer pasajero fue un perro de gran tamaño que recién habían operado y regresaba a casa. A la dueña de la mascota, el servicio le pareció fantástico porque viajó como en una ambulancia. “Empezamos a hacer historia –dice Lozada–, nos contaban que cuando veían a la mascota, los taxistas no los querían llevar, o ponían al gato en la cajuela. O si era una carrera de cinco dólares, les querían cobran quince a pretexto de que tenían que lavar el carro”.
Así empezaron a llamarlos. Entre ellas, la ingeniera Beatriz Albán, de la Sociedad Protectora de Animales, quien los domingos y martes se dedica a esterilizar gatas. No estaban en Facebook, pero la gente comenzó a contar que les habían trasladado a sus mascotas. “Ellos se encargaron de hacernos publicidad”, cuenta. Ahora están en todas las redes sociales.
Tanta es la confianza que le tienen que los dueños de mascotas les entregan a sus animales para que los lleven y lo retiren de la peluquería. “El 90% de nuestros clientes son sanos ya que van a chequeos al veterinario. Cuando les toca ir a la peluquería o cuando los dueños se van de viaje por un fin de semana, nosotros llevamos a sus mascotas de vuelta a casa de sus dueños”.
Han trasladado mascotas fuera de Guayaquil, por ejemplo a Puerto Rico, Manabí –Ruta del Spondylus–. Han colaborado con socorristas de mascotas. Asegura que su tarifa es la misma de un taxi normal ejecutivo. “La única diferencia es que nosotros sí llevamos a sus animales”, aclara y cuenta bromeando: “Mi cliente es la mascota, el acompañante va por añadidura”.
Informa que en caso de emergencia sí es necesaria la presencia de un veterinario y el dueño de la mascota. Pero, normalmente, la mascota puede ir sola.
Él y su esposa estudian la posibilidad de implementar nuevas unidades. “Ahorita estamos posicionados y nuestro eslogan es Taxi Mascota da un servicio cómodo y seguro a su mascota”.
El perro es el mejor amigo del hombre. Pero Marcos Lozada es el mejor amigo de las mascotas. (I)
Contactos: 098-131-7792/ 099-462-2927 y 504-1543.