Michael Garretty: Nostalgia por los sabores de siempre
El aroma del café de Manabí es ofrecido en supermercados para saciar la nostalgia y el presente. Michael Garretty es uno de los precursores de esa tradición.
Su misión es realzar los sabores tradicionales de Manabí. Una taza de café no es solo una bebida, esta bebida tiene alma, asevera Michael Garretty Poggi, portovejense de 37 años, mientras pone agua a hervir.
El proyecto del Café Nostalgia comenzó en noviembre de 2015 y desde hace tres meses circula en el mercado de Manabí, Guayas, Azuay y próximamente en Pichincha.
La infancia es su punto de partida. Cuenta que se crio en La Sirena, una fábrica de hielo ya cerrada de su bisabuelo Luis Arboleda Martínez. Ahí se recuerda jugando entre fierros viejos con su hermana Alejandra. O visitando en Manta la fábrica de chocolates, galletas y fideos de su bisabuelo, quien era un hombre de inventiva que por las noches pensaba en máquinas que mejoraran la producción.
Siempre quiso crear una marca en su tierra natal. Silenciosamente a esa idea le dio vueltas por largo tiempo. Hace tres años, decidió comenzar con el café, de Guayaquil retornó a Manabí. A su lugar de origen, como debe ser.
Manabí hace 30 años era un eje cafetalero. Jipijapa era conocida como la Sultana del Café, pero se dejó de incentivar esos cultivos y además no sé le dio un valor agregado que podría haber sido un café tostado o depilado para exportar.
Mi intención es realzar a Manabí con algunos productos tradicionales con sus recetas originales, pero dándole un cambio de imagen, un excelente empaque, un precio módico y el marketing correcto, dice mientras vierte agua caliente sobre el filtro que contiene café Nostalgia, es cuando ese aroma mágico invade la tarde, ahora solo resta esperar con ardiente paciencia a la esencia.
Hay que retomar esta costumbre de nuestros abuelos de pasar, filtrar el café –comenta– porque se ha perdido hasta en Manabí, la gente se ha hecho cómoda y el buen café no lo vas a encontrar en un café instantáneo.
Nostalgia es nuevo, ¿cómo invitas a que lo pruebe la gente?, lo incito. Nostalgia es 100% puro, sin mezclas, es un tostado rubio, no tiene tanta acidez y uno puede aprovechar más los sabores y por su calidad puede llegar al mercado japonés que adquiere el 80% del café a nivel mundial, dice.
Lo escucho, deseando beber ya mi café vespertino. Lo probé un mes atrás, desde entonces necesito navegar sobre esa deliciosa ola de cafeína.
Garretty Poggi explica que un buen café comienza con la selección de las semillas –su cultivo está en El Rodeo, a 15 minutos de Portoviejo–, que hay que saber elegir un buen café por su aroma, por su molienda y por su tostado.
Actualmente trabaja dos marcas adicionales que serán tipo café gourmet, uno de ellos se llamará Benino en honor a su abuelo Benigno Poggi.
Sabores manabitas de siempre
Michael Garretty empieza a echar café en las tazas y ese aroma invade a la tarde. Es cuando recuerdo que el francés Balzac en sus noches de escritura tenía como aliados esta bebida y una cafetera sobre su escritorio, al lado del tintero, la pluma y las hojas. Su secretario personal había adquirido la sabiduría exacta de prepararle café al escritor: fuerte para las noches de cansancio; concentrado cuando era preciso llenar páginas y páginas para pagar las deudas; suave para después de una jornada amatoria; aromático y condensado ideal para cuando escribía las últimas páginas de una novela. Varias veces Balzac, autor de la monumental Comedia Humana, perdió todas sus pertenencias pero lo único que conservó fue su cafetera. Él hizo del café un antídoto contra las debilidades del ser. “En cuanto se lo toma” –escribió en Tratado sobre los excitantes modernos- todo se despierta. Las ideas se agitan como batallones del gran ejército en el campo de batalla, y la batalla tiene lugar”.
Actualmente Nostalgia, a más de café tostado y molido, ofrece sal prieta y maní quebrado. Garretty comenta que antes la sal prieta manabita se la conseguía en los mercados de abastos, ahora la suya está en los supermercados y es utilizada en la gastronomía gourmet.
El maní quebrado –combinación de maní en grano y molido- se sirve con un maduro o plátano asado, es un abreboca, un piqueo tradicional de la gastronomía manabita. Su idea es pronto ofrecer frutos secos: nueces, pasas, etc.- y también mantequilla de maní –grasa vegetal con gran contenido de proteína– para untar en pan u otro bocado.
En el mercado –en Guayaquil Megamaxi, La Uruguaya en Samborondón, entre otros– una funda de café Nostalgia de 250 gramos cuesta $ 3,50 y la sal prieta como el maní quebrado a $ 2,50. La idea de Garretty es exportar su marca a Nueva York y España donde reside la mayor comunidad ecuatoriana.
El nombre es porque esos productos son del tiempo de nuestros padres y abuelos –expresa con su taza de café humeante– y queremos recuperar esa tradición, por eso nuestro slogan es Nostalgia sabores de siempre.
Bebe el primer sorbo y se traslada al pasado: Mi mami Maruja Zambrano –su abuela– era cafetera y por la tarde en su casa acostumbraba en lo que ella llamaba hambre de las cuatro a servir sal prieta con pintón, maní quebrado con plátano, panes de yuca siempre con café pasado en tacitas pequeñas de vidrio, a esa hora la casa se llenaba, cada uno conversaba con su tacita de café. Y mi papi Benigno –su abuelo– era el más beneficiado porque a él le preparaba dulces.
Esa tarde, con la nostalgia a cuestas, bebemos café. Es lo que necesito hacer ahorita, punto final. (I)
Contactos: nostalgiasaboresdesiempre@outlook.es y 098-571-8463.