Marcelo y Luis Padilla Guevara
¿Por qué fichó a Fichamba para el Festival de la OTI?
Era la mejor ‘ficha’ bajo mi manga. He aquí mi estrategia: “Voy a componer la más bella canción al descubrimiento de América a tan solo siete años del quicentenario, llevando a un auténtico aborigen que les recuerde a los españoles quién era verdaderamente Colón”. Y la estrategia dio resultado. ¡No contaban con mi astucia!
Por la autoría de La Pinta, la Niña y la Santa María hay una riña del san flautas. ¿Quién escribió la música: usted o Gustavo Pacheco?
El san flautas ahora es el sanseacabó desde que el IEPI, en sentencia en firme, ejecutoriada y en calidad de cosa juzgada, luego de una exhaustiva investigación y abundantes pruebas, resolvió declararme como el único autor de la letra y la música de esa canción. ¡Santa María que Pinta que tiene mi Niña!, ¿verdad?
¿Cuántas veces le han hecho la vuelta del músico?
Ni una sola vez, porque no soy músico ejecutante sino creador de música.
En vez de seguir la carrera de leyes, ¿no hubiera sido mejor que estudiara música?
El creador de música, como el poeta, nace. Papá Dios me dio ambos talentos y yo los exploto al máximo. Como doctor en leyes soy un especialista y feroz defensor de la propiedad intelectual, lo cual guarda relación con mi vocación.
Solo hay tres cosas que no existen: extraterrestres, vida en Marte y abogados baratos. ¿Sí o no?
Sobre abogados baratos no lo sé, pero sí le puedo asegurar que son los extraterrestres quienes están detrás de tantas maravillas tecnológicas de hoy; y que el robot Curiosity está a punto de descubrir vida bajo las rocas marcianas. ¡Oiga, no me mire así que estoy bien cuerdo!
Como periodista, ¿comparte usted esta reflexión de Voltaire?: “Si hubiera habido censura de prensa en Roma, no tendríamos hoy a Horacio ni a Juvenal ni los escritos filosóficos de Cicerón”.
Estoy completamente de acuerdo. Parafraseando a Voltaire y trayéndolo al siglo XXI, yo diría que sin internet no hubiera habido el alzamiento de la Primavera Árabe ni el fenómeno de Delfín Quishpe.
¿Por qué su único matrimonio ha sido con la señora música?
Porque la señora música me dijo en una noche de pasión: “Si te decides por mí, me tomas toda y para siempre”. Ella es tan bella y seductora que me da terror defraudarla y sucumbir ante los encantos de otra mujer. El tiempo lo dirá.
¿Está de acuerdo en que algunos se casan por la iglesia y otros por idiotas?
Dicen que el amor es un idiotismo idealizado y que no hay ser humano más feliz que aquel novio enamorado que dice: “Sí quiero” en el altar.
¿Canta cuando se baña?
Mis mejores canciones, de las más de 600 que me han grabado varios artistas, las he compuesto bajo la ducha. La de Fichamba, por ejemplo, la compuse en una bañera del hotel Plaza de Copacabana, Río de Janeiro, en mayo de 1985.
¿Qué es lo peor que le ha pasado a la música: la piratería o el reggaetón?
El reggaetón, nos guste o no, pronto pasará. La piratería, en cambio, si no se transforma en un negocio legal, se quedará haciendo daño.
¿Cuál es el sueño que no lo deja dormir?
Que un buen día una de las multinacionales tecnológicas anuncie que ha inventado un robot que hace canciones y que ya los compositores no somos necesarios.
¿Qué quisiera que escriban en su epitafio?
Aquí descansa en paz nuestro amigo; pero sus canciones siguen vivas por siempre, en el corazón del pueblo.
¿Cuál será su alegato en el Día del Juicio Final?
Señor Dios, fui un soñador empedernido. ¿Me permites componer el Himno del Juicio Final?
¿Qué piensa hacer después de muerto?
Donde me encuentre, seguir buscando paisajes, horizontes, ambientes de ensueño, amigos y encantadoras angelitas para dedicarles mis versos y mis melodías.
Hágase una pregunta y contéstela.
¿Cuál es la canción que le trae más gratos recuerdos en su… La mosca bizca y el pato chino, que la compuse cuando tenía 5 años y era alumno del jardín de infantes Pedro José Huerta.