Invitación a los Clásicos
No es un secreto que los clásicos, las grandes obras han ido quedando en el olvido. Los pénsum oficiales y centros escolares prácticamente los ignoran, su lectura no es ni siquiera recomendada, y menos exigida. Las editoriales no ven en ellos una inversión provechosa, y pocas son las que los publican en sus textos originales, acompañado de traducciones. Pero no solo los clásicos han ido pasando al olvido. Es el propio acto de leer el que se ha ido apagando. Buena parte de la desorientación en la que vive la sociedad moderna es atribuible a estas ausencias. Como nos lo recuerda un escritor, estas obras tienen mucho que decirnos sobre el “arte de vivir”, sobre la manera de resistir ante las tiranías, ya sean del Estado, del mercado, las especializaciones o del pensamiento único.
Pero si ya es grave el abandono de la lectura, más lo es la ausencia de docentes que despierten el interés en ella. La enternecedora carta que le escribiera Albert Camus a su maestro de escuela en Argel, Louis Germain, el día en que anunciaron que había ganado el Premio Nobel de Literatura, es emblemática de todo lo que puede lograr un docente empeñado en educar a sus discípulos en la lectura. La tragedia de los abusos de los que han sido víctimas muchos escolares ecuatorianos es, por otro lado, un triste recordatorio de todo el daño que los docentes también pueden causar.
Este olvido de los clásicos, este abandono del hábito de la lectura, esta carencia de docentes dedicados a esta tarea llevó al escritor italiano Nuccio Ordine a publicar entre 2014 y 2015 una ingeniosa columna semanal en el diario Il Corriere della Sera. En ella, el conocido profesor de Literatura, y especialista en la obra de Giordano Bruno, reprodujo fragmentos de varios clásicos de la literatura universal, para luego conectar esos pasajes con los problemas que a diario enfrentamos, y hacer algunos comentarios críticos. Era una forma de desmentir el conocido prejuicio de que los clásicos nada tienen que decirnos hoy en día y, además, de despertar el interés por leerlos en su integridad. La columna tuvo gran acogida en el público.
Como resultado de este proyecto periodístico, Ordine publicó luego una breve obra titulada Clásicos para la vida, Una pequeña biblioteca ideal (traducción de Jordi Bayod, Editorial Acantilado, Barcelona. 2017, 179 páginas). En ella el autor sigue el formato original, pero añadiendo una interesante introducción y extensa bibliografía.
Los autores escogidos van desde Homero, Cervantes y Shakespeare, hasta Antoine de Saint-Exupéry, Goethe, Maquiavelo y Rabelais, entre otros. Como sucede con toda selección de obras, el lector probablemente quedará insatisfecho. Pero debe recordarse que el libro es simplemente una invitación.
La obra puede ordenarse por internet a la Casa del Libro o La Central de Madrid. (O)