Una cita para hablar de literatura
Hace unos cuantos meses se estrenó en Ecuador el filme documental Un secreto en la caja, dirigido por el cineasta Javier Izquierdo, que habla sobre Marcelo Chiriboga, un escritor ecuatoriano que no existió, sino que fue un invento de los escritores Carlos Fuentes y José Donoso. Como Ecuador no tuvo un escritor que formara parte del llamado boom de la literatura latinoamericana, ellos, que sí fueron figuras destacadas de esta etapa, lo crearon aunque sea en el papel. Una especie de sátira. O de favor, como dijo alguna vez Fuentes.
Lo que me llamó la atención fue que algunos de los espectadores de la película creyeron que Chiriboga era un personaje real, que ciertamente había existido. Eso habla bien de la verosimilitud de la cinta, pero desnuda otro flanco: lo poco que los ecuatorianos saben de la literatura del país (se conocen solo las obras que son obligatorias en el proceso educativo formal). Como se desconoce la literatura ecuatoriana y sus autores, y como se da por sentado que un documental cuenta hechos reales, pues de algún modo se explica que hayan tomado a la figura de esta cinta de ficción como verdadera.
La buena noticia es que aunque el campo de la literatura ecuatoriana parezca desolado (poca difusión, escasa circulación, problemas de distribución), hay gente que escribe y publica de manera sostenida. Desde hace 29 años existe también un grupo de investigadores que se dedica a estudiar la literatura ecuatoriana y a darla a conocer en Norteamérica en foros académicos. Se creó en 1987 y lleva el nombre de Asociación de Ecuatorianistas.
La actividad de esta asociación no solo se queda en universidades norteamericanas, sino que sus integrantes mantienen contactos con investigadores ecuatorianos y desarrollan reuniones y debates sobre la producción literaria nacional. Uno de estos espacios es el encuentro que se realiza cada año. El año pasado se efectuó en Quito, en la Universidad Andina Simón Bolívar. Este año, el Encuentro de la Asociación de Ecuatorianistas será en Guayaquil. Tendrá como sede la Universidad Católica y se cumplirá entre el 20 y 22 de julio próximos, en coincidencia con las fiestas. Otra manera de homenajear a esta ciudad ardiente.
Se podría pensar que es un espacio académico reservado solo a especialistas e investigadores de la literatura, pero no es así. Es una oportunidad para que los interesados en conocer sobre literatura ecuatoriana se acerquen a escuchar las ponencias y diálogos en torno a las letras del país, y para enterarse de cuáles son las preocupaciones y debates que se tejen al respecto. Es reconfortante que Guayaquil genere espacios de diálogos y discusiones y que se hable de la literatura que se escribe en la actualidad. Celebro iniciativas como el Encuentro de Ecuatorianistas o la próxima Feria Internacional del Libro. Guayaquil también debate. Guayaquil también se acerca a la lectura. (O)
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