‘3 familias’: Aguando el jugo en la cuarta temporada
“Sí, la serie sigue siendo competitiva para el mercado nacional y mientras haya público que quiera verla, no va a dejar de girar, pero espero que se casen con un final fuerte para esta temporada”.
Cada vez me pega más fuerte la impresión de que 3 familias debió haber terminado en su segunda temporada. El año pasado dije que esta serie ya estaba como un jugo de dos litros al que le añadieron agua para hacerlo de tres y mucho me temo que estos nuevos episodios la dejan todavía más aguada.
La verdad es que tenían el partido en contra desde las decisiones por las que tres de sus personajes principales desaparecen de la narrativa. Dos de ellos son Nena Plaza (Bárbara Najas) y Gregory Tomalá (Pepe Tola) que estaban recién casados y eran la pareja futuro de la historia, los eternos inocentes que finalmente habían logrado madurar. El tercero que se fue es Carlos Vaca (Christian Maquilón), el padre de la familia clase media y quien era en mi opinión uno de los más divertidos de toda la serie.
Mucha polémica se ha armado respecto a cuál de los actores se fue por qué motivo y con cuánta justicia. La realidad del asunto es que, con lo que respecta a la historia, peor no les podría haber ido. La muerte de la Nena nos llega como una tragedia desgarradora de la que su familia pronto se olvida por completo ante la vergüencita que es tener un proveedor taxista. La partida de Gregory y su temprana viudez fueron una versión menos intensa del mismo síndrome (aunque en ese caso la controversia legal alrededor de Pepe Tola podría ser el verdadero motivo por el que prefirieron dejar esa puerta sin explorar). La situación completa de esa pareja es como cuando se infla un globo y en vez de colgarlo o reventarlo como Dios manda, simplemente se le suelta la boquilla y se lo escucha perder el aire directo al piso: así de anticlimático.
No que hayan manejado mejor la pérdida de Carlos, a quien en vez de olvidarlo de inmediato nos lo recuerdan perpetuamente. Los libretistas le inventaron un nuevo giro como padre ausente que se rifa su dinero, completamente en contra de lo que se llevaba estableciendo a lo largo de toda la serie. Ojalá que lo hayan hecho como chiste amistoso ante la decisión de Christian Maquilón, porque así tal vez alguien sí se esté riendo.
La temática de la nueva temporada es aquella de “Los últimos serán los primeros”. En esta, Gioconda está de arrimada en la casa de Genaro en vez de que él esté en la de ella. Carla está como empleada doméstica de Fátima, cuando antes la empleada era ella y Ernesto Plaza está de chofer de taxi en vez de tener su propio chofer privado. También tenemos la inclusión de nuevos personajes y los hijos menores de cada familia ganan importancia en las escenas. De estos recién integrados tenemos a Flor María Palomeque como Florencia de la Hiedra/Melanie Quimí, demostrando una dualidad nacida del mismo tema central de la serie y cuyos peligrosos misterios familiares aún se nos van revelando.
Como conclusión final, si antes la serie estaba retrocediendo, ahora más bien se encuentra en un carrusel de la eterna vuelta en donde ya la gente se está cayendo desmayada a un lado y perdiendo el deseo de volverse a montar.
Sí, la serie sigue siendo competitiva para el mercado nacional y mientras haya público que quiera verla, no va a dejar de girar, pero espero que se casen con un final fuerte para esta temporada cuarta… y que esta vez sí no lo maten. (O)