‘Elefantes blancos’ en España
La crisis económica española afectó también a grandes construcciones financiadas por los gobiernos regionales de ese país europeo.
En tiempos más embriagadores, la Ciudad de la Luz (en Alicante) era imaginada como un megaestudio cinematográfico “donde los cuentos de hadas se volverían realidad”.
Sus modernas máquinas de hacer olas podían provocar un desastre estilo tsunami en un enorme tanque de agua frente al mar Mediterráneo.
Pero, actualmente, los cañones de agua de la Ciudad de la Luz están secos y las cerca de 22 hectáreas de sets de rodaje están casi desiertas. El recinto, financiado con fondos públicos, está a la venta y luchando por atraer a productoras fílmicas.
Las autoridades de la Unión Europea han emitido un ultimátum al gobierno regional de Valencia para que explique cómo pretende recuperar los $ 325 millones de los contribuyentes que gastó en ambiciones de magnate de cine.
Una respuesta en breve
“Efectivamente, no hay dinero que devolver”, dijo José Ciscar Bolufer, vicepresidente del actual gobierno regional de Valencia.
La creación del estudio, en el 2005, fue parte de un frenesí de construcciones repetido en las 17 regiones autónomas de España. A medida que ahora se profundiza la crisis de la nación, la combinación de intereses –banqueros, magnates de la construcción y funcionarios del gobierno regional– responsable de los excesos como la Ciudad de la Luz está bajo nuevo escrutinio.
Tras el rescate bancario español en junio, el gobierno central enfrenta una presión cada vez más intensa de parte de los inversionistas para que equilibre los libros del país, limitando los poderes de las regiones sobre el gasto, particularmente en salud y educación.
El gobierno conservador del primer ministro, Mariano Rajoy, también ha culpado a las regiones de gran parte de los recientes problemas fiscales de España y, como resultado, ha establecido estrictas metas presupuestarias para el 2012, además de haber aprobado la legislación que impone multas a las regiones que no cumplan las metas.
A principios de este año, el gobierno de Rajoy amenazó con tomar el control de las regiones indisciplinadas. Sin embargo, eso probablemente desencadenaría una tormenta política en un país donde las regiones han combatido duramente por fomentar su autonomía, incluido el derecho de usar sus propios idiomas. Recuperaron esos poderes a fines de los años setenta, cuando la naciente democracia de España redactó una nueva Constitución tras la dictadura de Francisco Franco.
En Valencia
La Ciudad de la Luz se ha convertido en un ejemplo prominente del frenesí de Valencia de construcción piramidal de la época moderna, que dejó un legado de $ 25.500 millones en deuda regional y proyectos de infraestructura en bancarrota, así como la reacción ahora en su contra.
Las otras inversiones de Valencia incluyeron un muelle para superyates, un teatro de la ópera al estilo del de Sídney, Australia, un museo de las ciencias futurista, el mayor acuario en Europa y un puente en forma de vela, por no mencionar un aeropuerto que nunca tuvo una sola llegada o salida. También atrajo acontecimientos extravagantes como la Copa de América y la Fórmula Uno.
Investigadores de la Comisión Europea criticaron particularmente el grandioso estudio cinematográfico, en un examen hecho en respuesta a las quejas de estudios privados de que Valencia estaba distorsionando la competencia del mercado con su fuerte financiamiento público.
Joaquín Almunia, vicepresidente para política de competencia de la comisión, concluyó que no hubo necesidad de gastar dinero público en esa obra y que ninguna compañía privada habría invertido en el proyecto porque Alicante estaba demasiado lejos de los centros de medios en Madrid y Barcelona.
Aunque todas las regiones han evitado la intervención estatal hasta ahora, Valencia se acercó a un rescate a fines del año pasado cuando se vio obligada a buscar ayuda de Madrid para evitar incumplir un préstamo.
Los bonos de la región se han deteriorado al estatus de chatarra y su gobierno e instituciones locales prominentes están siendo sacudidos por las denuncias de corrupción y fondos malgastados.
Bancarrotas
“Hay tres lados del triángulo en esta historia”, dijo Luis Garicano, un economista de la Escuela de Economía de Londres, que ha estudiado la implosión de las cajas o bancos de ahorros de España, las cuales desempeñaron un papel crítico en los frenesís de gasto regional. “El gobierno regional, las cajas regionales y desarrolladores tenían un sistema de intercambio de favores”.
Nadie, al parecer, pudo imaginar esa dura realidad cuando, en el 2006, el presidente regional de Valencia en ese entonces, Francisco Camps, compitió por las cámaras con el actor francés Gerard Depardieu. Los dos se liaron en un enorme abrazo, con Depardieu vestido con un traje de cartón barrigón para Asterix en los Juegos Olímpicos, el tipo de películas exitosas que el estudio deseaba.
Fue Camps, un miembro del largo tiempo gobernante Partido Popular de Valencia que renunció el año pasado y después fue absuelto de cargos de sobornos, quien seleccionó a un vendedor de autos –e incondicional de la bancada– para ser presidente del banco de ahorros local, CAM. La institución lo ayudó a financiar la construcción del estudio cinematográfico y otros proyectos gubernamentales, incluida Terra Mitica, un parque temático en Benidorm que destaca culturas antiguas y que también zozobró a través de bancarrotas.
Finalmente, CAM colapsó el año pasado, menospreciado por el gobernador del Banco de España como “lo peor de lo peor” de los bancos de ahorro, que se han
quedado con el grueso de los préstamos inmobiliarios tóxicos de España.
Proyectos cinematográficos
El estudio –donde se han filmado 60 cintas– fue inspiración de Luis García Berlanga, un bien conocido director cinematográfico español que propuso una escuela de cine en Alicante. Pero el concepto evolucionó en el proyecto de estudio mucho más grandioso, reflejando las ambiciones de los políticos locales y el fácil acceso al financiamiento.
Los críticos se quejan de que las autoridades regionales de Valencia tuvieron el mal hábito de ser esclavos de celebridades como Berlanga, quien murió en el 2010, o Santiago Calatrava, un arquitecto superestrella que transformó un lecho seco de río en su natal Valencia en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, un complejo de edificios estilo era espacial.
Lo mismo sucedió en la región de Valencia, donde los diseños de Calatrava fueron seleccionados sin competencia, mientras su comisión aumentaba al 12% del costo de construcción respecto de alrededor del 3%, sin aviso público, según Ignacio Blanco, miembro del Parlamento regional de Valencia cuyo partido, el izquierdista Esquerra Unida, obtuvo copias de los contratos.
Actualmente, el enojo público por las comisiones de Calatrava es palpable en una región que tiene un desempleo del 27,3%, comparado con un promedio nacional del 24,4%. Esto ha llevado al arquitecto que tiene base en Zúrich a emitir una declaración el mes pasado defendiendo sus $ 115 millones en comisiones como “modestas” y por debajo del promedio para proyectos similares.
En Alicante, la Ciudad de la Luz ha atraído apoyo de la industria hotelera, que atribuyó a las compañías de producción cinematográfica 160.000 alojamientos y más de 3.000 contratos con empresas. Pero las cifras han menguado. “Es una verdadera vergüenza que estos estudios no hayan funcionado, porque la infraestructura ahí era simplemente perfecta”, dijo Yousaf Bokhari, el director de producción de Asterix en los Juegos Olímpicos.
Los grandes proyectos también asombran a los turistas. “Comprendo ahora por qué hay una crisis financiera en Europa. El puente es una verdadera obra de arte y el acuario es grandioso, pero en relación con algunos de estos edificios, uno simplemente se pregunta: ¿Para qué se gastó todo ese dinero?”, dijo Bryce Matuschka, de Nueva Zelanda.