La inauguración del Hotel del Parque en uno de los edificios icónicos del Parque Histórico Guayaquil es motivo de una celebración gráfica en esta edición, porque la actividad turística es uno de los baluartes cruciales en el desarrollo del país y nuestra imagen internacional. Tanto la empresa privada como el Estado, que hicieron posible la ejecución del lujoso hotel-boutique, parecen no haber escatimado esfuerzos para convertirlo en uno de los puntos vitales que relucen en la gran Guayaquil.

Al mismo tiempo conlleva la enorme responsabilidad urbanística que el Municipio de Samborondón debe asumir en la supervisión de las interminables congestiones de tráfico que alteran el acceso a toda nueva estrategia de recreación, algo que debió ser planificado desde la gestación de cada proyecto. Para los residentes de Samborondón, el transporte es una pesadilla crónica que parece no tener solución en la actualidad. (O)