El Editor Carlos A. Ycaza
Corazones fieles
Corazones fieles
“Mi perrito; un corazón latiendo a mis pies”. Lo decía la escritora estadounidense Edith Wharton y sus sentimientos podrían ser compartidos por media humanidad, especialmente en unos momentos donde la sociedad global parece hacer gala de una glacial alienación a todo lo que implique solidaridad hacia las culturas y vivencias más dispares.
En el caso de nuestras mascotas, muchos caemos en rutinas domésticas y olvidamos a esos seres que acompañan los momentos hogareños más íntimos y que nos aceptan exactamente como somos, en las buenas y en las malas.
La llegada de César Millán, una figura destacada en la causa de educar nuestra conducta hacia los perros –porque es así como autocalifica su trabajo–, también conecta a la sociedad del país a la enorme responsabilidad que tenemos con los animales, esos ‘ángeles’ de una naturaleza amenazada y olvidada lastimosamente en la vorágine de desarrollos urbanísticos donde los perros callejeros son realidades patéticas del diario vivir.