El Editor
Carlos A. Ycaza
El necesario Mr. Pinter
El necesario Mr. Pinter
A dos semanas de mi último desdoblamiento laboral con Traición de Harold Pinter –para los que no lo saben, sigo dando exámenes de dirección teatral en escenarios locales independientes de mi oficio periodístico– esta vez el editor revistero está en mi corazón a full. Y por eso les deposito algo de la depresión posparto que me invadió cuando terminó la séptima función de una obra teatral sumamente dura y compleja en el gran auditorio del Sánchez Aguilar, que lastimosamente no tuvo la cantidad de público que esperábamos.
“Tienes que dirigirte a los guayaquileños con obras más acordes al nivel cultural de Guayaquil”, me decía una amiga. “Haz comedias, algo más ligero”, decía otro.
Pausa.
Así escribe Pinter sus escuetas indicaciones dramatúrgicas entre sutiles diálogos para definir tiempos muertos entre los seres humanos, en los que las amarguras de la vida son adivinadas en palabras que podrían ser excesivas o violentas, pero casi nunca lo son. Porque finalmente el lenguaje teatral para este ganador del Premio Nobel es una experiencia crucial, necesaria, suprema en su exposición –u ocultación– de las oscuridades de la existencia.
Silencio.
..Por eso La Revista sigue con más expresiones teatrales esta semana: en el Piqueo hoy: Un dios salvaje, el Festival de Teatro Universitario junto con el homenaje al escritor Sergio Román en Nicaragua y el estreno de Pedro y el capitán, de Mario Benedetti.