El Editor Carlos A. Ycaza
La indiferencia
La indiferencia
Debo decir que era tentador escribir este editorial sobre el tema del microteatro en nuestra portada, pero había que relevar el reportaje de Gustavo Costa sobre el escritor Elie Wiesel (pág. 16) y su profunda militancia en causas sociales como sobreviviente del holocausto nazi, lo que lo llevó al Premio Nobel de la Paz en 1986. Allí su discurso fue un legado para la eternidad: ante la opresión, las dictaduras, las injusticias, nunca puede existir la neutralidad. Para él eso es el principio del final y por eso su lucha imperecedera junto a su esposa. “Lo contrario del amor no es el odio, es la indiferencia. Lo contrario de la fe no es la herejía, es la indiferencia. Y lo contrario de la vida no es la muerte, sino la indiferencia entre la vida y la muerte”. Lo decía un hombre que siempre llevó tatuado en su brazo el número A-7713, como prisionero en los infernales campos de concentración de Hitler.