Pocos periodistas de rancio abolengo en veredas guayaquileñas perciben la convulsionada humanidad de sus habitantes como Jorge Martillo. Cuando Jorge nos propuso el tema sobre el pintor Jorge Jaén y las visiones arrabaleras de nuestra realidad, debo confesar que sentí un cierto cosquilleo en mis neuronas de editor, pensando más que nada en lectores de una publicación familiar. Pero lo que Jaén captura es precisamente la sutil naturaleza que inspira lo que algunos califican de arte marginal. De cierta manera lo es, pero lo importante es que este artista nos entrega su corazón en los lienzos. Y esa es la faceta primordial de la inspiración. (O)