Hay algo en lo que es diminuto que muchas veces es percibido de manera derogatoria. A no ser que se hable de joyas. O de celulares. Y podría seguir. Pero en el caso de expresiones audiovisuales el asunto es delicado.

El realizador guayaquileño Gonzalo Mejía acaba de obtener un reconocimiento importante por su creación La monedita en el Concurso de cortometrajes de Urdesa, organizado por el Festival al Aire Libre del Municipio de Guayaquil, y la muy agradable sorpresa es la frescura con que el realizador plasma una narrativa que desborda sensibilidad y ternura, aspectos que muchas veces no vemos en el cine nacional de mayor envergadura.

Gonzalo y su esposa también están involucrados en una campaña antibullying realizada al igual que sus cortometrajes con un realismo que deja a un lado los aspectos más mórbidos del tema para priorizar su motivación esencial: llegar a los niños, adolescentes y padres con una visión inspiradora.

Y en teatro no olviden: Jaime Tamariz se encarga de abrir nuevas ventanas en su Microteatro de Miraflores.