El Editor
Carlos A. Ycaza
No más escenarios vacíos
No más escenarios vacíos
Jean-Baptiste Poqueline, llamado Molière (1622-1673), actor, director y maestro de la dramaturgia francesa, lo sabía perfectamente cuando creaba sus comedias.
La verdad está escrita sobre tablas bíblicas parecidas a las de Moisés y esta es que sin público, el teatro es un oficio estéril. Tres siglos después, la inauguración del Teatro Sánchez Aguilar en Samborondón trae a la sociedad no solo una nueva y resplandeciente alternativa artística (ver algunas primicias), sino que también su debut afianzará el interés del público para una actividad teatral que es esencial para el oxígeno cultural de la sociedad, en todos sus niveles y en otras salas en diversos barrios de Guayaquil.
Y por eso que venga también Molière. La directora Montse Serra nos traerá a la sala experimental del Teatro Centro de Arte El enfermo imaginario, el viernes 8 de junio, una de sus comedias icónicas.