El Editor Carlos A. Ycaza
Pasión musical y escénica
Pasión musical y escénica
La doña que estaba frente a mí en mi oficina el otro día traía algo mágico a las trincheras revisteras. En su jovial tercera edad y después de 45 años de vida artística, la guayaquileñísima Beatriz Parra (foto) no abandona nunca la perseverante pasión musical que la llevó a los conservatorios y escenarios europeos desde su añorada Rusia, donde se preparó con famosos maestros de la ópera.
Durante su larga carrera de soprano y donde sea que ella vaya su misión es siempre artística, ocupando altos cargos en la gestión cultural de tres gobiernos. Ahora ella asume la gran tarea de la producción y montaje de las más populares zarzuelas con el apoyo de El Rosado en el Teatro Centro de Arte, una tarea que aglutina a más de 200 personas entre cantantes, coros, músicos y personal de producción. Esta ‘chavalilla’ –así le decía su padre desde su niñez– nos contagia de su incandescente devoción al ‘bel canto’ y a su fervor escénico.
Con Beatriz no hay barreras en los horizontes del arte.