El Editor Carlos A. Ycaza
Síndrome o... ¿qué?
Síndrome o... ¿qué?
“El que no lee no piensa”, decía nuestro aguerrido y libre pensador Juan Montalvo, recordado por un lector en una carta a la página de Opinión de este Diario, el martes. Uno de los objetivos centrales de la prensa escrita –en papel o en su versión digital– es mantener el entusiasmo del público por ese hábito crucial en la vida de una sociedad: la lectura diaria.
Porque muchas veces eso nos lleva a profundizar ideas que nos arrancan de una nefasta rutina. O ponen la semilla para conectarnos con otras lecturas, como lo que Sheyla Mosquera nos trae en el síndrome de Estocolmo, la nota de psicología.
En las relaciones humanas como en las de las parejas nunca hay una palabra final, ni siquiera cuando una de las partes se convierte en víctima de un secuestro, porque la reacción más chocante e inesperada puede ser una ligazón sentimental con el plagiador. Y eso descubre también algunas complejas facetas en la “normalidad” aparente de la vida conyugal.