“El no obedecer es un derecho que muchos jóvenes se han ganado porque han demostrado que su proceso de vida, de elecciones o estudios son coherentes con los principios que rigen la sociedad” dice la psicóloga Liliam Cubillos, entrevistada por Sheyla Mosquera para nuestro reportaje sobre la desobediencia positiva.

Ese proceso no se gesta en un acto cualquiera, o en un simple rechazo de ciertas normas. Más bien se trata de una larga y perseverante formación en los auténticos valores que determinan finalmente nuestras acciones y objetivos.

Se trata también de vivir esos valores, sin ponerles un precio o categorizarlos superficialmente de la manera como la cultura mediática promociona muchos estereotipos. Es más una razón de vida que nos revierte a aquellos grandes hombres cuyo legado a la humanidad es imborrable.